Fernando Guzmán/ Presupuesto y responsabilidad
| Autor | Fernando Guzmán |
A lo largo de este año, en el Congreso del Estado, los Diputados que integramos esta 56 Legislatura hemos podido ser actores en la transformación de algunas realidades de nuestro Estado. Hemos desahogado todas las reformas constitucionales, se han aprobado importantes reformas al marco legal que rige la vida del Estado, se presentaron iniciativas que buscan hacer más eficiente y transparente la función del gobernante en cualquiera de sus niveles.
Hemos llegado, en una muestra de civilidad y respondiendo a los nuevos tiempos de la democracia, a acuerdos entre todas las fracciones, PAN, PRI, PRD y PVEM, para temas centrales en el desarrollo de Jalisco, pero aún no es tiempo de presentar el balance final de los trabajos, nos falta el último estirón.
Tenemos que comprender que en toda democracia, especialmente en las que viven una etapa de consolidación como la de México y Jalisco, hay diferencias entre los partidos políticos, individuos e instituciones; en los planteamientos, en las visiones, en los niveles de compromiso con la sociedad, en la forma de entender la política, etcétera. Diferencias que cuando existe voluntad sincera de buscar el bien común enriquecen la discusión y fortalecen las decisiones, pero que cuando se busca capitalizar en beneficio propio las coyunturas, cuando se busca una meta distinta del bien común, sea otro cargo público, una candidatura o cualquier otra legítima aspiración antes que el bien general, los acuerdos se entorpecen, se nubla la visión y se limitan las acciones constructivas.
A lo largo del año han pasado por este Congreso decisiones e iniciativas de gran importancia para el desarrollo del Estado y de la sociedad; la bancada panista ha ejercido responsablemente la condición de mayoría que la ciudadanía nos ha encomendado con su voto, buscando siempre los acuerdos y las decisiones consensadas, situación que, siendo la ideal, no siempre ha podido darse. El caso más cercano y ejemplar es el del Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado para el 2002, que después de un proceso de acercamiento, primero entre las bancadas del Congreso y más tarde entre éstas y el Ejecutivo del Estado, parecía que podríamos llegar a acuerdos sustanciales, pero en una actitud caprichosa de los integrantes priístas de la Comisión de Hacienda, deciden romper la posibilidad de un acuerdo y voto de consenso en esta materia, al pretender imponer su exigencia de reasignación inmediata de 180 millones, cuando ya el Ejecutivo había...
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