Fernando de Ita/ Cultura en curva

AutorFernando de Ita

Cultura en línea comenzó a transmitirse por Canal 22 a finales del año pasado, con la premisa brechteana de que el arte de la comunicación debe divertir al auditorio. Los productores, guionistas y conductores del programa se tardaron algunas semanas en afinar el tono casual de la transmisión, para no quedarse con la cara contraria a la solemnidad, que es la simplonería.

Cuatro lindas mujeres -Rita Guerrero, Vanessa Bauche, Sasha, Cecilia Suárez- fueron encontrando la manera de presentar sus temas como en la sala de su casa, cuando se platica con los amigos, precisamente sin la tensión del ojo electrónico que hace de la imagen privada un espectáculo público. Las cuatro son artistas que han destacado en la música, el cine y la televisión, así que tienen la ventaja de conocer desde dentro el proceso creativo y el aparato comercial que lo lleva hasta el público. Esta experiencia permite que Cultura en línea no se quede en la superficie del chisme y la banalidad de la farándula, aunque está lejos de la profunda amenidad con la que Christopher Walken entrevista a las estrellas de Hollywood en el programa Actor's Studio, que por cierto ya está transmitiéndose en la televisión abierta por Canal 22.

Este magnífico cuarteto femenino es acompañado por un varón que lleva el nombre de Luis Mario Moncada, aunque en el teatro universitario se le conoce como "El Chico Maravilla", porque desde muy joven destacó como autor, promotor y funcionario cultural, y ahora, como conductor de televisión, nos demuestra que el apodo es justo.

Al igual que sus compañeras, Luis Mario trata los temas que están más cerca de su experiencia, de modo que en su programa desfilan las nuevas generaciones de actores, directores, autores y comediantes en general, con la soltura y desfachatez que se supone deben tener los jóvenes. Como Luis Mario conoce la tramoya del teatro, sus entrevistas y comentarios suelen ser amenos y acertados. Sin embargo, en el programa del pasado martes 19, dedicado al arquitecto y escenógrafo Alejandro Luna, Cultura en línea se vio en curva.

Aunque el escenógrafo iba de buenas, dispuesto a parecer simpático con tal de promocionar su libro de 40 años de trabajo, no es igual entrevistar a un chavo brillante que a un maestro con toda la barba, de manera que El Chico Maravilla tragó camote, primero por la fuerza del personaje, y luego por la debilidad de las preguntas, que nunca fueron a los temas centrales de la escenografía, ni tocaron los puntos...

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