Fernando Guzmán/ 2 de julio; alternancia y cambio
| Autor | Fernando Guzmán |
Este lunes 2 de julio se cumplió el primer aniversario de la histórica jornada electoral durante la que 38 millones de mexicanos y mexicanas emitieron su voto, para que Vicente Fox Quesada se convirtiera, después de 71 años de dominio y control autoritario de un solo partido, en Presidente de México. La coalición PAN-PVEM obtuvo 43.43 por ciento de la votación dejando atrás al PRI con 36.88 por ciento.
Como ha trascendido, temprana la tarde de aquel 2 de julio de hace un año, el Presidente Zedillo tenía información suficiente, derivada de las distintas muestras y estudios de opinión a la salida de las casillas, de que la ventaja del candidato del cambio y hoy Presidente era incuestionable. Esta información se seguía con avidez en los distintos cuarteles de campaña de los candidatos a la Presidencia; no obstante se desconocía cuál sería la reacción del Gobierno y el PRI ante la voluntad democrática de un cambio, ¿actuarían con un plan emergente de manipulación electoral?, ¿podría repetirse el escenario de la caída del sistema el 6 de julio de 1988?
Sin embargo, el país no era el mismo el 2 de julio del 2000, la Oposición gobernaba ya en 10 Estados de la República entre los que destaca Jalisco, y Acción Nacional gobernaba 12 ciudades capitales. Los medios de comunicación nacionales e internacionales seguían con atención la jornada y México se encontraba en el escaparate de las naciones en el mundo globalizado de nuestros días, el Instituto Federal Electoral había consolidado su independencia, un fraude electoral en esas condiciones tendría un altísimo costo para el país mismo, pero no podía descartarse.
Las siguientes horas fueron de enorme tensión e intensidad para todos los que seguíamos de cerca y participábamos en este acontecimiento histórico, hasta que el Presidente Ernesto Zedillo, desde Palacio Nacional, investido con toda la fuerza de la Presidencia, a través de la televisión y todos los medios de comunicación informaba a la Nación del virtual Presidente electo Vicente Fox; en tanto que el licenciado Francisco Labastida reconocía su derrota ante el repudio de algunos de sus correligionarios que rechazaban ese reconocimiento todavía temprana la noche.
México cambió así, sin odio y sin violencia, como lo había pronosticado el ingeniero Manuel Clouthier 12 años atrás; se respetaba finalmente la voluntad libre y democrática del pueblo de México; la euforia estalló la misma noche a lo largo de las plazas públicas, ranchos y ciudades del...
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