Feminicidio infinito

AutorYanireth Israde

La venta de niñas para matrimonios forzados constituye un feminicidio, advierte la pintora Eugenia Marcos, quien a través de sus obras denuncia los abusos contra menores que incluso acuden a la boda, su propia boda, acompañadas de algún muñeco o de su peluche favorito.

"Es un feminicidio, porque ellas mueren en vida", puntualiza la artista, cuya exposición Niñas vendidas reúne en la Casa Universitaria del Libro (Casul) 14 óleos y exvotos que relatan historias reales, propiciadas por usos y costumbres ilegales pero arraigados en comunidades, sobre todo de Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

El precio que pagan por una pequeña en algún pueblo oaxaqueño, por ejemplo, es un cerdo, un six pack de cerveza y una botella de mezcal, situación que ha pintado en la serie presentada en la Casul.

Recurre a símbolos, como las flores rojas en las manos de una novia. Éstas aluden a la sangre que derramará, porque ella, como otras víctimas, no solamente es virgen, sino que sus padres las venden "antes de que les toque la luna"; es decir: antes de su primera menstruación.

Se calcula que alrededor de 300 mil niñas han sido compradas en México, en una práctica...

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