Félix Salgado Macedonio: De la popularidad a la impunidad

AutorClaudia Ramos

Hasta el miércoles pasado, el diputado perredista Félix Salgado Macedonio no sólo contaba con fuero legislativo. En su partido su polémica conducta nunca había sido objeto de sanción.

Esta singularidad se sustentaba en los más de 85 mil votos que obtuvo en el proceso interno que lo eligió como candidato a la gubernatura de Guerrero en 1998; en los 406 mil que obtuvo en la elección para gobernador en 1999 y en los cerca de 130 mil que logró en julio de ese año como aspirante a la dirigencia nacional perredista. Y, además, en una base social aglutinada alrededor de la corriente "Movimiento 27 de septiembre", que impide al Partido de la Revolución Democrática expulsarlo de sus filas.

Apenas el día 6, el Comité Ejecutivo Nacional del PRD decidió suspenderle sus derechos y prerrogativas como militante durante tres meses, a raíz de la gresca que protagonizó con policías del Distrito Federal el sábado 2.

Pero no es la primera vez que este diputado se involucra en incidentes de este tipo. Sólo que, hasta ahora, no había sido sancionado.

A pesar de su recurrente "conducta inadecuada", "sin mística" e incluso hostigadora hacia las mujeres, lo que le provocó hace cinco años que la ex diputada federal y hoy procuradora social, Patricia Ruiz Anchondo, interpusiera una denuncia ante la Comisión de Garantías de su partido, Salgado Macedonio es un activo que el PRD no ha querido perder.

Incluso, aun cuando los mismos perredistas han sospechado de sus nexos con el Partido Revolucionario Institucional en Guerrero, que presuntamente usó para ganar la candidatura al gobierno del estado en el 98 ante el ex priista y empresario local Jaime Castrejón Díez.

"Tenemos que reconocer que Félix tiene un trabajo importante y popularidad en el estado. Nos da votos y eso no lo podemos negar", admite Humberto Zazueta, secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRD y también guerrerense.

"La forma de ser de Félix no es una conducta que nos agrade a muchos perredistas. Pero el estatuto no le prohíbe a Félix andar en moto, pues. O no le prohíbe decir en la tribuna que él se echa 'el mañanero'. Mientras no violente el estatuto del partido no podemos actuar en su contra.

"En el caso de su incidente con los policías su conducta sí fue reprobable y por eso amerita una sanción, pero en el resto no ha sido así y creo que el hecho se ha magnificado y le ha quitado espacio a hechos que sí debieran seguirse, como las detenciones de los generales Acosta Chaparro y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR