Félix Fernández / Tras la Jornada 14

AutorFélix Fernández

Sí, seguramente la 14 fue la jornada más compleja y lamentable desde que se creó la Liga MX, en el 2012.

El futbol mexicano vomitó en un solo fin de semana todos sus males: engaño, mentira, desconfianza, falta de comunicación, nula credibilidad, violencia, inseguridad y desunión.

En muy pocas ocasiones todos los que integramos la llamada "familia" del futbol mexicano hemos decepcionado tanto como estos días.

Hace casi 20 años, en el vestidor de CU repartimos unas camisetas en apoyo a un equipo que se encontraba en problemas de pago.

Yo encabezaba el movimiento y poco antes de salir a la cancha Manolo Lapuente, nuestro DT, se molestó, nos regañó y nos pidió quitarnos dichas camisetas.

No era el momento de discutir y aunque sentí la obligación de hacerlo, las dejamos en el vestidor.

Recuerdo perfectamente las palabras de Lapuente: "Quítense esas pinches camisetas, dejen de hacer 'boruquitas' porque eso es lo único que hacen... ¿Quieren apoyar? ¡Apoyen! Pero en serio, no haciendo 'boruquitas' que quedan ahí".

No sé si Lapuente algún día participó en un movimiento para unificar o solidarizarse con sus compañeros, pero tiene razón: tomarse la foto juntos ambos equipos no sirve de nada si pocos minutos después se dan la espalda unos a otros, si no respetan el minuto de tregua en protesta, si crean un hashtag efímero o si ni siquiera están de acuerdo en lo que van a hacer una vez que el árbitro inicia el partido.

La violencia desatada en San Luis es una nueva llamada de atención, como sucedió en el Estadio Jalisco, en Chiapas, en Monterrey o en Veracruz hace no mucho.

Hoy en día es inconcebible que un enfrentamiento de ese tamaño tome por sorpresa a las autoridades y que menores de...

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