Felipe Díaz Garza / Todos coludidos

AutorFelipe Díaz Garza

Tanto mal hace el que mata a la vaca como el que le amarra la pata. Esta joya de la sabiduría popular ha sido aplicada por los perseguidores estatales de oficio para sustentar sus acusaciones contra Rodrigo Medina, ex Gobernador de Nuevo León.

Las más de ellas se refieren a la influencia que ejerció el acusado para que sus subordinados extendieran a la empresa coreana Kia diversos privilegios multimillonarios, con cargo al patrimonio estatal, para que, a cambio, los asiáticos instalaran su armadora en Pesquería.

El ex Gobernador sería el portador del mecate, si la presunción de sus delitos es confirmada por un juicio penal legal, y sus canchanchanes o secretarios serían los ejecutores del sacrificio.

Pero el apotegma de la vaca da para más, pues para que los empleados de Medina llevaran a cabo sus instrucciones de comprar el amor de la coreana, ésta tendría que haber estado a la venta. Eso tiene un nombre bastante feo, que implica la aceptación o la solicitud de los tales privilegios, que en otros lados se llaman sobornos, ya sea que los reciba un funcionario público de una empresa o viceversa.

Si es cierto que Medina y los suyos se mocharon tracaleramente con Kia para que se instalase en Nuevo León y no en Chihuahua o Edomex, por ejemplo, la operación es ilegal, sí, aunque el resultado en el mediano plazo sea benéfico para el Estado.

Pero tal ilegalidad no es imputable tan sólo a los promotores oficiales, sino, solidariamente, al objeto de tan reprobables sobornos. Los coreanos saben, aunque su país no sea un ejemplo universal de honestidad, como tampoco lo es México y menos Nuevo León, que las mordidas de aquí pa'llá o de allá pa'cá son ilegales.

Si lo que sostiene la Fiscalía es cierto, las mordidas que habría asestado Kia son tan chuecas como las que habrían recibido los gobiernícolas, pues éstos las dieron y aquélla las recibió o viceversa.

Sin embargo, la empresa coreana, que renegoció las mordidas con el Gobierno actual que hoy persigue al anterior, parece libre de pecado o que su conducta culposa no lo es tanto, aunque...

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