Felipe Díaz Garza / Los rollos de Jaime

AutorFelipe Díaz Garza

Jaime Rodríguez, Gobernador dizque constitucional del Estado, insiste en mantener la confidencialidad del convenio de incentivos que su Gobierno firmó con la empresa coreana Kia.

Hay que dejar bien claro que dicho acuerdo, honrado por Rodríguez Calderón, sustituyó al que el Gobierno de su antecesor Rodrigo Medina celebró con la misma armadora para lograr que se instalara en Nuevo León.

Igualmente hay que puntualizar que el primer convenio, sobre cuya presunta ilegalidad se finca la persecución judicial contra Medina que ha sostenido infructuosamente el Fiscal Anticorrupción Ernesto Canales, sí fue destapado por el Gobernador Rodríguez para inculpar al ex Gobernador Medina.

De hecho, una copia del documento original fue entregada en su oportunidad a este periódico por Jaime. Sin embargo, el Gobernador se niega a publicitar los términos y condiciones del nuevo documento que, sin duda alguna, sustituyó en sus efectos, procedimientos y consecuencias al anterior.

La primera razón de Jaime para reservar el convenio, a pesar de la orden en contra de la CTAINL, es que así se acordó con la empresa. Ello además, dice, de que la Comisión actúa inconstitucionalmente en este caso.

"La comisión es una comisión de transparencia, y la Constitución está sobre la Comisión de Transparencia", alegó, sin explicar a qué precepto de la Constitución se refería.

"Yo no puedo violar la Ley en el tema de reservas".

Sin embargo, Jaime sí pudo violar la Carta Magna al dar a conocer el acuerdo anterior, seguramente también reservado a petición de parte, de parte bien interesada como la armadora, cuyo primer acuerdo de presuntas transas con el Gobierno estatal fue cancelado, aparentemente sin haber surtido efectos, por el acuerdo, ese sí secreto, entre Jaime y las hormiguitas emprendedoras coreanas, actores los empresarios en las dos representaciones.

Que me perdone la afición, pero esto es más que sospechoso. No sólo mantener secreto y en lo oscurito las eventuales trácalas perpetradas en la segunda versión del supuestamente tenebroso primer acuerdo. Sino no dejar claro, ni en artículo mortis, si la...

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