Felipe Díaz Garza / Profeta del pretérito

AutorFelipe Díaz Garza

Desde los tiempos de la mafia de Heródoto, la versión oficial de los sucesos se guía más por el instinto del escribano y sus prejuicios, eventualmente sazonados por el soborno gratificador de ricos y políticos.

Lamentablemente, la Historia suele ir de la mano del Derecho, convirtiéndose la primera en sostén documental del segundo y éste en instrumento de los instrumentadores de la primera.

Pero el Derecho es más importante que la Historia como determinador del desarrollo moral y legal de la humanidad.

Dejemos pues al arbitrario Heródoto en su tumba alejandrina de hace 25 siglos y entremos a la polémica de nuestros días locales, en los que una o varias historietas de corrupción, cuyos juicios sumarios están siendo conducidos por la Autoridad que no tiene autoridad.

En los últimos meses y años se han venido ventilando conductas extralegales atribuidas a diversos personajes de la vida pública del Estado, miembros del Gobierno que encabeza Jaime Rodríguez Calderón.

Entre los muchos delitos apuntados se encuentran el "cobijagate", ya con casi cinco años de viejo en la Administración, la compra de un dron y el aumento de sueldo a la suegra del Gobernador, con fines de incrementar injustificadamente su pensión de retiro.

El impacto de los tres expedientes se mide en docenas de millones de pesos. Pero lo más grave no es realmente el daño contra el erario, sino su significado permanente y corrosivo en la moral pública legal y en la oferta jurada pero falaz de la Administración de Rodríguez Calderón de acabar con la corrupción.

Ello castigando sólo a los infractores del Gobierno anterior y observando la más rigurosa honradez durante el mandato constitucional del actual Gobernador, lo cual, como muchos de los juicios del convenenciero Heródoto, resultó puro jarabe de pico, vomitado por el pico de defraudadores públicos que se burlan de sus tontos electores que los apoyamos en el 2015.

Pero hemos llegado al colmo, pues no contentos nuestros carceleros morales con continuar el legado de corrupción que recibieron de sus antecesores y hermanos priistas, ahora nos salen con que los neocorruptos han sido los garroteros de sus niveles inferiores.

Esos...

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