Felipe Díaz Garza / Sin novedad en el frente
| Autor | Felipe Díaz Garza |
Beatriz Paredes anunció esta semana que su partido propondrá "la profundización del federalismo, planteando incluso, en las áreas pertinentes de la administración pública federal, la desaparición de delegaciones federales y la asunción de esas responsabilidades públicas por los estados", detalló la presidenta Paredes en su discurso durante la instalación de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos para la Reforma del Estado. La dirigente tricolor apuntó que ella y sus correligionarios priistas observan "con preocupación una desnaturalización de la función pública federal en las entidades, por falta de profesionalismo y (por) activismo partidario".
Es muy reveladora la iniciativa priista. Si cumplen la "amenaza" y presentan formalmente la moción legislativa, la lectura obligada es que los tricolores han perdido ya sus esperanzas de recuperar la Presidencia de la República, al menos fácilmente, por lo que las delegaciones empanizadas, como antes fueron tricoloreadas, no sólo no les sirven ya, y no les servirán otra vez, sino que se han vuelto contra ellos. El fruto que brota del árbol cae sobre sus raíces y devora su propio ser. Porque, más allá del uso que los panistas estén dando a las delegaciones del gobierno federal, especialmente a las bolsas de Santo Clos de la Sedesol, lo cierto es que el PRI inventó y explotó por décadas el uso partidario de estas embajadas estatales, su personal, sus funciones y su presupuesto.
Beatriz y los suyos no tienen nada que aprender al respecto, en todo caso tendrían mucho que enseñar a los panistas, si quisieran hacerlo. Pero es un hecho que no quieren compartir con sus rivales el know how que tan útil les fue a los priistas en el largo pasado no remoto. Al contrario, ya que no recuperarán nunca la Presidencia, como se lo escribí líneas arriba, los priistas de hoy, que son los de siempre, han decidido minar la estructura informal de poder que el alguna vez hegemónico partidazo armó para sustentar muy sólidamente, lo que sea de cada quien, la "dictablanda" con la que gobernó este país durante siete décadas, hasta que la "dictablanda" se les volvió "dictaguada".
Y ya empezaron. Un día después del pronunciamiento de Paredes, el Senado, obviamente a través de las bancadas del PRI, PRD, PVEM, PT y Convergencia, pidió al presidente Calderón reconsiderar el nombramiento de los delegados de la Secretaría de Desarrollo Social en los estados, con el argumento de que fueron designados con...
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