Felipe Díaz Garza / ¡Ya métanlo al cajón!

AutorFelipe Díaz Garza

El "rey Lopitos" acapulqueño, Alfredo López Cisneros, resucitó de la primera transformación, la de su asesinato, en el puerto en que era soberano del pueblo bueno en 1967.

Fan del Presidente López Mateos, otro López famoso, quien fue su principal corruptor o víctima, nunca se sabe, reencarnó en el emperador macuspano AMLO, a su vez tributario del lopezmateísmo sesentero de mentiritas.

Antes de ser asesinado en una calle acapulqueña, la avenida Farallón, Alfredo López Cisneros, "rey Lopitos", tejió la telaraña de colonias precaristas que es hoy el verdadero Acapulco.

Lo uso de referencia, aunque lo invito a usted a que sepa más de él, de cuya historia me gustaría ocuparme algún día.

Y lo refiero porque nuestro "rey Lopitos" tabasqueño, ése sí llegado a Presidente, es un fiel seguidor del izquierdismo banquetero y está llenando el País de precaristas prefabricados. ¿Cómo? Con la masificación de la pobreza provocada desde el Gobierno.

AMLO está extendiendo como una sábana pegajosa esa prédica diosera sobre esta nación de grandes litorales, alguna vez forjadores de riqueza.

Pero López Obrador pasa por Alzheimer que la riqueza no es sólo dinero, sino además es trabajo seguro, estable y productivo para que los precaristas no se multipliquen -como lo sueñan Beto Anaya y el Presidente-, sino que evolucionen a pobres y luego a clase media y de allí hasta donde muchos soñábamos que iba este país.

Porque sí, con todo y el PRI, México se movía hacia el progreso justo, distribuible y compartido del bienestar, palabra que AMLO ha convertido en un ritornelo sin significado para manipular el hambre popular con un discurso social simplista y ramplón, como el que articula en sus soporíferas mañaneras.

En ese discurso, el humorista no humanista López Obrador utiliza un ingenio mocho, como su pobre articulación del español, para...

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