Felipe Díaz Garza / A la mesa con Alfonso Reyes
| Autor | Felipe Díaz Garza |
Minerva Margarita Villarreal, mutante de poeta magnífica, temporalmente, espero, a espléndida librera universitaria, nos acaba de entregar una meticulosa edición del igualmente meticuloso estudio "A la mesa con Alfonso Reyes", del argentino José María Infante, doctor en sicología y profesor de posgrado en la Universidad Autónoma de Nuevo León, bajo cuyo sello editorial apareció el libro.
El texto de Infante, acertadamente breve y juicioso, aunque acompañado por un gordo glosario de términos gastronómicos de la obra del regiomontano "Memorias de cocina y bodega", publicada en 1953, nos presenta a un Alfonso Reyes que muchos no conocemos. Pero Infante va más allá de una introducción culta a una obra "rara" de Reyes. Lo que realmente nos propone es una pecaminosa asociación con nuestro Alfonso en la búsqueda del placer.
El mismo José María, comprensivo de las ocultas y encantadoras frivolidades de Alfonso, bautizó su trabajo con un título, invitador, sí, pero que invita individualmente y en forma personal a cada uno de sus lectores. Con ello, quizás con más imaginación cómplice que conocimiento real, percibo que Infante alivia, lamentablemente medio siglo más tarde de lo que era necesario, la mutiladora represión que obligó a Reyes a mantener su afición gastronómica en la escala social colectiva.
Solo en la colectividad, era posible que pasara desapercibida a sus rígidos contemporáneos la sensual oralidad de la dieta pecaminosa de Alfonso. Los represores jamás entendieron (no la entenderán nunca) la gozosa energía de la orgía. Por eso Alfonso se remitió a la orgía gastronómica, cuya pecaminosa condición pasaba desapercibida, paradójicamente, a los tragones, que no gourmets, contemporáneos de Reyes, quien no se permitió, en ninguno de los textos capturados en 1953 en "Memorias de cocina y bodega", la libertad de un amoroso encuentro en pareja en la mesa libertina, lo que señala el propio Infante en la introducción de su glosario de la obra revisada.
El autor de hoy apunta también, y me parece la idea más importante que nos propone en su breve y certero escrito, que Alfonso Reyes proponía gozar la vida más que hacer del gozo por la vida un objeto de análisis intelectual, semántico o una disquisición filosófica. Cito a Infante: "En sus experiencias vitales con relación a la comida siempre estuvo (Alfonso Reyes) abierto a las novedades, a lo desconocido, a lo insólito y a lo excepcional. Éste puede ser uno de sus principales legados. Lo que...
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