Felipe Díaz Garza / El discurso podrido

AutorFelipe Díaz Garza

Octavio Paz escribió en su "Posdata" que cuando una sociedad se descompone, lo primero que se corrompe es el lenguaje.

Las sociedades en proceso de descomposición generan de inmediato un discurso estropajoso que pretende justificar la conducta pecaminosa de sus miembros. Las revoluciones violentas son ejemplares: la rusa, la francesa y la mexicana, para no ir más lejos, convierten literaria y literalmente el triunfo de los valientes en el botín de los infames.

Ello cuando, llegados al poder, los nuevos centuriones se pierden, pero ganan en la rebatinga posterior al "triunfo".

El nuevo discurso, el de la epopeya institucionalizada en el gobierno del partido o de la asamblea nacional o del politburó, avala lo que la revolución condenó y entroniza a tiranos y sus modos que recién derrocaron a otros tiranos y sus modos.

Pero me distraigo. Entusiasmado por el recuerdo de la prédica del brillante ensayista que fue Paz, casi pierdo de vista mi intención al escribir este artículo, que tiene que ver con una nota publicada el miércoles en EL NORTE que muestra, precisamente, la forma en que las instituciones derivadas de las transformaciones sociales, aunque sea a muy larga distancia temporal, degradan el lenguaje para justificar (o explicar) la corrupción corporativa.

Entrando en materia. La UANL es propietaria del equipo Tigres y del Estadio Universitario. Esa condición es sólo nominal, pues la UANL la ejerce a nombre del pueblo de Nuevo León.

No obstante, sus funcionarios se han dado el derecho de disponer indiscriminadamente de unos mil boletos por juego como parte del convenio que, otra vez a nombre de Nuevo León, el colegio tiene con la empresa Sinergia Deportiva.

En esa peculiar sinergia con Sinergia, la máxima Casa de Estudios del Estado gastó de marzo a octubre casi 4 millones de pesos en efectivo... por boletos adicionales a los sinérgicamente convenidos. El vocero de la Universidad reconoció la compra adicional que se hace desde hace varios años y que en el 2019 ascendió a 3.9 millones de pesos.

Con la jerigonza verbal correspondiente, el empleado...

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