Felipe Díaz Garza / El comandante

AutorFelipe Díaz Garza

Jaime Rodríguez se equivoca si cree que una disculpa hipócrita por su pésimo Gobierno logrará que los nuevoleoneses agraviados lo absuelvan de sus pecados como Gobernador del Estado.

De hecho, sus mayores faltas son de dicho. Se le reclama -con razón- por lo que hace seis años dijo que haría, bajo protesta de cumplir o ser juzgado en falta grave, lo que no hizo.

En política no es imperdonable ser tonto, incompetente o corrupto. Pero sí lo es ser mentiroso y además emperrarse en que no lo es.

Rodríguez Calderón jugó con la credulidad decepcionada del electorado que le entregó su confianza en que cambiaría las cosas y de que, en el peor de los casos, los índices negativos de gobernabilidad y administración públicas se abatirían considerablemente, especialmente en los renglones de finanzas y seguridad.

No fueron las únicas áreas puestas bajo caución verbal por el primer Gobernador independiente. También comprometió su espada en prenda en educación, obra pública, movilidad -transportación incluida-, corrupción, salud pública, metropolitanismo y, otra zona álgida, la conexión permanente entre el Gobierno y la sociedad.

Igual se comprometió en muchos otros órdenes de menor importancia, compromisos que, igualmente, no cumplió, por lo que hoy el pueblo que lo votó lo tiene moralmente demandado.

Uno de los compromisos más importantes, hoy no honrado, fue poner a la mejor gente en los puestos públicos y dejarlos hacer su trabajo, como se los ofreció a sus designados, particularmente a los de las áreas de Finanzas y Seguridad Pública, que destaco porque ninguno de los dos titulares hoy de esas dos carteras fue gente de la considerada suya (del Gobernador).

Contra todo pronóstico, los dos ganadores del sorteo del tigre, Carlos Garza y Aldo Fasci, han trabajado hasta ahora con el viento ejecutivo soplando siempre en contra desde la oficina del Gobernador.

Ni Rodrigo Medina fue capaz de obstaculizar, por ejemplo, la operación de Fuerza Civil, creada en su mandato con el apoyo de la iniciativa privada.

En poco tiempo, la corporación se convirtió en un brazo eficaz en la lucha...

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