Felipe Díaz Garza / Carros nuevos a la mitad

AutorFelipe Díaz Garza

Las armadoras de automóviles se quedaron con sus patios llenos de unidades nuevas que envejecieron al aire libre. Ello durante la Gran Depresión de 1929 en Estados Unidos, que arrastró la economía de todos los países del mundo. El espectáculo de producto terminado invendible por miles ocurrió principalmente en Detroit, Michigan, en ese tiempo la Meca de una incipiente pero súper productiva industria automotriz.

La mayoría de los fabricantes preferían morir antes que rematar la mercancía, invendible al precio impagable. Y morían tirándose de los altos edificios de Nueva York. Henry Ford no murió entonces, sino hasta que le tocó por insaculación de los dioses de Detroit y Wall Street. Y para salvarse puso a la venta ¡a mitad del precio de costo! toda la bodega de carros nuevos que tenía al aire libre en su repentinamente ruinosa fábrica.

¡Los vendió todos! y se sentó a planear más tranquilo una estrategia de supervivencia. Esta y otras medidas de emergencia, pero perfectamente lúcidas e inteligentes, salvaron a Henry y su empresa y le permitieron librar la Gran Depresión y proyectar una gran corporación que sigue, aún en la crisis de hoy, puntera en el negocio automotriz. Alguna vez dijo, en una entrevista de las que detestaba conceder, que era mejor cobrar la mitad de algo que el todo de nada.

Casi todos los quejosos por la depresión que lloraban exigiéndole al gobierno de Roosevelt rescatarlos acabaron en la quiebra, mientras que Ford, que detestaba a Franklin Delano, reconstruyó un imperio fabril con el que reconstruyó participativamente una nación imperial que Donald Trump, que sí sería amado por personajes como el nazi Ford, ha estado o está cerca de hacer caer otra vez.

La crisis no es necesariamente peligro de muerte. La podemos convertir en oportunidad de vida. El ejemplo de Henry Ford y sus carros a mitad de precio quizás es mitológico, todo en él lo fue, empezando por su súper legendario Ford Modelo T que, ya prácticamente en ruinas la meca automotriz que fue Detroit, sigue surcando calles y carreteras, moviendo pasajeros y carga en infinitos modelos...

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