Felipe Díaz Garza / Los candidatos ocultos

AutorFelipe Díaz Garza

Por llevar agua a su molino, que está cada vez más seco, los jerarcas de la Iglesia Católica mexicana pifian tanto o más que los partidos políticos y los funcionarios a los que muy seguido acusan de incongruencia.

El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano expresó el jueves pasado la preocupación de la Iglesia de que pueda volver en 2006 un régimen autoritario. "El regreso hacia un sistema autoritario sería que la emisión de un voto lleve de nuevo al ejercicio del poder a partidos o personas que opten por la no participación ciudadana, sino por sistemas corporativos, por sistemas de presión que impidan la libre expresión de la ciudadanía", dijo monseñor José Guadalupe Martín Rábago, presidente de la Conferencia.

Desde luego que al obispo no le inquieta, ni a ninguna autoridad en su diócesis ni en las de sus colegas, que la Iglesia se rija con un sistema autoritario, que es más bien autoritarista, en el que ni siquiera se da el fenómeno del voto para elegir, digamos, a un obispo o a un arzobispo. Nadie vota nada en la Iglesia que demanda democracia y votaciones (siempre y cuando no lleven de nuevo al poder a personas inconvenientes para la Iglesia).

La única elección eclesiástica que existe es la del Papa y es bastante limitada, pues sólo votan los precandidatos, por lo que no se puede hablar de un proceso democrático pues, además, los votantes son encerrados y su decisión es tomada en transparencia cero, en secrecía total y con muerte civil (y eclesiástica) para el prelado que suelte prenda de los manejos del Colegio de cardenales en sufragio.

A don José Guadalupe le parece que la emisión del voto y el respeto correspondiente del sufragio, que tanto nos han costado a los mexicanos, nos pueden "llevar de nuevo" a un sistema autoritario. Se le olvida a monseñor que si el voto mayoritario decide y la decisión es respetada e instrumentada, no se puede hablar de Gobierno autoritario, ni de autoritarismo, sino de voluntad popular. Eso aunque la soberanía del pueblo hubiera votado, hablamos del próximo año, por Andrés Manuel López Obrador o por Roberto Madrazo, suponiendo que ellos llegaran a ser, como pretenden, los candidatos presidenciales del PRD y del PRI, respectivamente.

Menciono a López Obrador y a Madrazo Pintado, porque el obispo fue muy claro en su cifrada alusión a los autoritaristas. Llevar de nuevo al poder a personas que opten por la no participación es una obvia alusión del prelado al ex Jefe de Gobierno del Distrito...

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