Felipe Díaz Garza / Ni quien les crea

AutorFelipe Díaz Garza

La Contraloría Municipal encontró inocentes a los funcionarios de alto nivel que presuntamente eran parte de la red de extorsión tendida por personal municipal sobre los puesteros callejeros. Ni los ex directores de Comercio, Salvador Martínez y José Luis Gutiérrez, ni el ex Secretario del Ayuntamiento, Juan Carlos Ruiz, fueron tocados con el pétalo de un desconocimiento.

Los tres fungían mientras ocurrían las extorsiones y, en el caso de Ruiz, hoy Diputado coordinador de sus correligionarios panistas en el Congreso, EL NORTE hizo público un correo electrónico que lo vinculaba con las cuotas levantadas a puesteros por la red de moches.

Además, el correo electrónico era de Edelmiro Sánchez Hernández, el personaje de la fauna panista que el 7 de septiembre hablaba con el ex Diputado Hernán Belden cuando éste era plagiado, antes de ser asesinado. En ese correo, Sánchez "abogaba" por tres coordinadoras de Comercio, cesadas el 4 de junio por denuncias de los puesteros en su contra por extorsión.

El polémico Edelmiro cuestionaba a Ruiz el despido de las coordinadoras, recordándole que requerían recursos para las campañas electorales que en ese momento estaban en proceso. Las tres ex coordinadoras fueron recontratadas en el área de Archivo de la Secretaría del Ayuntamiento, donde estuvieron hasta julio cuando trascendió públicamente que eran investigadas por cobrar moches a puesteros del Centro.

Y ellas fueron las únicas ejecutadas. Y no las tres, solo dos, pues la Contraloría les halló responsabilidad a la ex coordinadora jurídica Alma Rosa Medellín y a la ex coordinadora administrativa Nidia Mirelda Guerra, quienes fueron inhabilitadas para ocupar cargos públicos durante cuatro y tres años, respectivamente. Pero, con todo y que las acusaciones públicas de los puesteros afectados por el cobro de cuotas señalaban también a la ex coordinadora operativa Mirthala Serrano, el Contralor dijo que no podía sustentar ninguna acusación contra ella y sólo recibió una amonestación por mal desempeño de su cargo.

Las dos encontradas culpables de corrupción no podrán trabajar en un puesto público por cuatro y tres años y la encontrada culpable de chuparse el dedo fue brutalmente regañada, lo que no les impedirá a las tres seguir participando como agentes en todas...

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