Felipe Díaz Garza / El 10 de mayo de Peña

AutorFelipe Díaz Garza

Enrique Peña Nieto presumió el 10 de mayo que su Gobierno ha cuidado a las madres y ha velado por sus derechos.

Eso fue en Villa de Álvarez, Colima, donde supervisó los trabajos del Hospital Materno Infantil, en el que se invirtieron 206 millones de pesos.

"Este Gobierno ha dedicado esfuerzos, sumados a los que se han hecho en el pasado, pero hemos puesto nuestro especial acento en hacer obras muy dedicadas, cuidar a las mamás y a las mujeres de nuestro País", dijo.

Está muy bien que el Presidente edifique escuelas, guarderías y hospitales, asumiendo que es cierto que lo ha hecho y que lo ha hecho sin constructores favoritos de por medio. Pero lo más importante para una madre son sus hijos, que ciertamente necesitan escuelas, guarderías y hospitales.

Pero antes que eso requieren seguridad. Antes que eso las madres quieren que sus hijos vivan y se desarrollen en un ambiente pacífico sin asesinos y narcos triunfadores.

La violencia generalizada nacionalmente y la criminalidad impune que destruyen a las madres y a sus hijos son la preocupación primordial de las millones de mujeres a las que Peña Nieto trató de jugarles el dedo en la boca con su inoportuna presumida de que, gracias a él, las madres están a toda madre, pues sus hijos tienen escuelas dónde tirarse en el piso cuando las balas zumban a su alrededor, tienen guarderías dónde quedarse, si hay lugar, cuando matan a sus padres, y tienen hospitales para que les saquen las balas perdidas que se encontraron con ellos en la última balacera en la colonia.

Antier se multiplicaron en el País las marchas de mujeres por la desaparición de sus hijos. En Monterrey, Veracruz, Querétaro, Acapulco, Morelos y la Ciudad de México docenas de madres burladas por el Gobierno incumplido demandaron el rescate de sus hijos o, cuando menos, la certeza de su muerte y la recuperación de sus restos.

Entre ellas y ellos los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, hace ya años, sí, del Gobierno de Peña.

Pero no es sólo lo pasado lo que reclaman las madres mexicanas a su Presidente, aunque eso sería suficiente para mantener callado al inoportunamente dicharachero Peña Nieto.

A diario hay...

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