Felipe Díaz Garza/ Ni la burla perdonan
| Autor | Felipe Díaz Garza |
Refiriéndose a una eventual controversia sobre la ampliación de la Avenida Venustiano Carranza, Oscar Bulnes aseguró que no ha visto ninguna oposición mayor al proyecto que la que se ha señalado en la prensa y que "directamente no ha habido más que información muy positiva de gente que vive ahí cercana, que va a ser beneficiada con esta propuesta". Con gran sentido literario, artista al fin, el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas dijo que, entre los vecinos, no ha visto "ninguno que muestre indisposición, yo creo que lo que hemos oído son voces alegres y optimistas y positivas".
Es claro que el Secretario está cerrando sus oídos a las voces que, según él, han de ser tristes, pesimistas y negativas, de los que, sintiéndose afectados en sus derechos, se oponen a la ampliación de Venustiano o están confundidos por la poca información al respecto que se les ha dado. Pero esas voces existen y hay constancia de ello en las páginas de los periódicos de esta semana, durante la cual, el martes, Bulnes anunció la decisión de expander la calle hacia los lados, para descongestionar el flujo vehicular, notablemente incrementado desde que se abrió el túnel de la Loma Larga, que conecta el centro de Monterrey con Valle Oriente.
Sin duda es necesario curar el estreñimiento que aqueja al sistema vial regiomontano, agudizado en Venustiano Carranza y en Gonzalitos y la autoridad debe hacer los mayores esfuerzos para que la medicina o la cirugía se apliquen rápidamente, pues su demora nos pone en peligro a todos los regiomontanos. Pero también es cierto que, por buenas y necesarias que sean las medicinas y las operaciones, no a todos los enfermos les caen bien y a algunos hasta los enferman más.
Esa es precisamente la condición de las medicinas y las cirugías urbanas, particularmente aquellas que impactan la tenencia y la propiedad de la tierra. Cualquier medida gubernamental para enfrentar problemas de la comunidad que afecte los intereses legítimos de los ciudadanos, pocos o muchos, tendrá opositores con derecho a ser oídos y, eventualmente, con derecho legal a imponer su interés sobre el interés que la autoridad etiqueta como el de la comunidad, pues la ley no siempre le da la razón a la autoridad en eso de definir el interés de la comunidad.
Estoy seguro de que el proyecto de Bulnes persigue fines nobles que nos beneficiarán a casi todos, pero lo peor que el Secretario puede hacer es desestimar la importancia de los opositores a los planes de...
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