Felipe Díaz Garza/ Aterrizaremos en Tizayuca

AutorFelipe Díaz Garza

"Efectivamente, nosotros no vamos a atropellar los derechos de nadie. Hay opciones para ese aeropuerto; se consideraron desde el principio varias alternativas que están abiertas". El mandatario dijo también a CNN que, de la negociación con los inconformes, depende mucho que el nuevo aeropuerto de la ciudad de México se construya en Texcoco o se mueva a otro lugar.

Quienes defienden la fatalidad de las decisiones gubernamentales sostienen que ceder a las demandas de afectados por el cuchillo oficial es la muerte de la autoridad. Así pensaba el Presidente Díaz Ordaz al negarse hasta a leer los pliegos petitorios que el Movimiento Estudiantil le presentó en las negras vísperas de octubre de 1968. Si el gobierno y su Presidente hubieran escuchado más y gritado menos entonces, no estaríamos sacando hoy los esqueletos del closet de Tlatelolco, cuya secrecía forzada no nos ha dejado todo este tiempo vivir en paz como nación.

No hay mayor síntoma de debilidad gubernamental que imponer las decisiones por la fuerza y en contra de los que van a sufrirlas y a padecer sus efectos para siempre. Qué bueno, pues, que Fox abrió la puerta de la fuerza y que, afortunadamente, parece estar dispuesto a aceptar que hay más rutas que la suya, lo que no disminuirá su autoridad, sino todo lo contrario. Es la soberbia triunfalista la que destruye a la autoridad, aunque sea a través del juicio histórico, que es el que enfrentan hoy Díaz Ordaz y Echeverría y que Fox enfrentaría, quizás mucho antes que 34 años, si se equivocase obligando por la fuerza a los ejidatarios de San Salvador a guardar sus machetes.

Mas tampoco se trata de convertir la sensatez presidencial en otra locura de consecuencias peores que apachurrar oposiciones y derechos legítimos, aunque defendidos ilegalmente por los protestantes ejidatarios de Atenco. Se lo escribo porque, ante la posibilidad planteada por el Presidente, en el sentido de cambiar el asiento del nuevo aeropuerto a otro lugar, sacándolo de Texcoco, han surgido infinidad de proposiciones para una nueva sede aeroportuaria capitalina.

Es importante recordar que, en un principio, fueron consideradas seriamente dos ubicaciones para el aeropuerto. Por un lado estuvo la de Texcoco, en el Estado de México, cuya viabilidad está hoy en controversia severa, aunque haya sido la escogida oficialmente. Por el otro lado estuvo la de Tizayuca, Hidalgo, que siempre fue considerada viable, aunque ofreciendo menos ventajas frente a Texcoco.

No voy a...

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