Felipe Díaz Garza / Limpiar la casa es primero

AutorFelipe Díaz Garza

Estoy de acuerdo con que los ciudadanos que ganamos paguemos un porcentaje de nuestros ingresos al gobierno. Idealmente ese tributo debe alcanzar para pagar el gasto y la inversión gubernamentales. Cuando los impuestos no alcanzan se deben reducir el gasto y la inversión gubernamentales o reformar el esquema impositivo para elevar el número de causantes y el monto de los impuestos. En México el gobierno ha venido siguiendo uno de estos dos caminos (a veces los dos) cuando se le acaba el dinero.

Salinas, Zedillo y Fox trataron de reformar los esquemas impositivos, pero la reacción social se los impidió. Zedillo fue el que llegó un poco más lejos, aumentando el IVA más amplió del 10 al 15 por ciento, pero siguió dejando exento el consumo de muchos productos. Cerrado el camino del alza de impuestos, la inversión social se detuvo o se mantuvo sin incremento, aunque los tres monarcas sexenales lo hayan negado en todo los tonos, con el resultado del fracaso en la guerra contra la pobreza, que pescó los dedos de Calderón en la puerta del conflicto social, situación agravada, por si fuera poco, por el "fortalecimiento" de México en el mapa de la producción y el tráfico de estupefacientes.

Le hago este prólogo para dejarle claro que creo en los impuestos y que estoy a favor de una disciplina fiscal estricta, que considero indispensable para la promoción social. Pero también tengo la convicción de que es inmoral que un gobierno aduzca que no tiene dinero y que cobre más impuestos para completar el gasto, mientras consiente que la ineficiencia y la corrupción, que son las dos caras de la misma moneda, cabalguen apocalípticamente sobre las dependencias del gobierno tirando o malversando, para el caso es lo mismo, los escasos recursos públicos que el gobierno debería dedicar draconianamente a desarrollar el país y promover a la sociedad.

El presidente Calderón sabe mejor que yo a que me refiero, pues fue secretario de Energía, estando entre las responsabilidades de esta cartera la súper empresa pública Pemex. En los últimos días sus esfuerzos para imponer una reforma fiscal que le ponga más dinero en la cartera gubernamental han estado ligados en los encabezados periodísticos con las decisiones ineficientes o corruptas, para el caso lo mismo, de funcionarios de Pemex, que implicaron el derroche o la malversación de muchos millones de pesos que fueron sacados de la misma cartera gubernamental que el Presidente quiere volver a llenar apretando la tuerca...

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