Felipe DÃaz Garza / El gran visir
| Autor | Felipe DÃaz Garza |
Dicen en Alcohólicos Anónimos que locura es hacer lo mismo esperando diferentes resultados. Muchos políticos mexicanos viejos padecen esa clase de locura. Entre ellos, que no son viejos por edad, aunque no son demasiado jóvenes, están los coordinadores (controladores aéreos y terrestres) de las bancadas senatoriales del PRI y del PRD. Ante la inminente designación de un nuevo secretario de Gobernación, en sustitución del lamentable y accidentalmente fallecido Juan Camilo Mouriño, los dos líderes senatoriales le han pedido al presidente Calderón que nombre secretario a una persona con un perfil conciliador, capaz de comunicarse con las fuerzas políticas del país.
Manlio Fabio Beltrones, coordinador priista y presidente de la Junta de Coordinación Política, advirtió que la decisión del titular del Ejecutivo en la sucesión (de Mouriño) reflejará claramente sus intereses futuros. Sin duda se refiere a la lejana pero cercana sucesión (de Calderón). "Siendo una responsabilidad específica y exclusiva del jefe del Ejecutivo el nombrar y remover a sus funcionarios, espero que el presidente de la República tome su decisión pensando en que esa oficina necesita a un político conciliador, que aspire más a encontrar acuerdos, que a ganar elecciones", sostuvo el priista.
El coordinador del PRD, Carlos Navarrete, confió en que el nuevo encargado de la política interna tenga la capacidad de mantener comunicación fluida con las fuerzas políticas e instituciones. "Él (Calderón) deberá asumir su responsabilidad y nombrar al sucesor, que espero tenga capacidad de diálogo, capacidad de escuchar, capacidad de tratar con los poderes de la Unión, con las fuerzas políticas, con los movimientos sociales que en el país existen", expresó el perredista.
Aunque usan un lenguaje cuidadoso que habla de lograr acuerdos, conciliar irreconciliables y comunicarse con todos los poderes, fuerzas y movimientos del país, detrás de sus palabras subyace la añoranza de la presidencia imperial ejercida, pistolar que no epistolarmente, a través de un visir de Gobernación que tenía bajo su mando y control a todas las tendencias y a todos los tendenciosos políticos de la nación, siendo su función principal mantener aplacada a la pluralidad y asegurar elecciones y sucesiones tersas.
Por lo que se ve en sus retratos físicos y mentales, el aire de la modernidad no les ha movido ni un cabello a estos arcaicos caballeros. Y vaya que en la política mexicana de visir de Bucareli empezó a soplar...
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