Felipe Cazals: Del retiro al retorno
| Autor | El Flaco |
La crítica cinematográfica no viene a ser como cualquier juego. Viene a ser un juego muy amargo ".
Esta sentencia dispara una sustanciosa conversación con uno de los más ilustres militantes de la más brillante generación de cineastas mexicanos de la segunda mitad del Siglo 20. Estamos frente a Felipe Cazals, quien vuelve a dirigir una película después de casi una década de retiro voluntario.
El cineasta nos recibe en su set de filmación de Su Alteza Serenísima , un melodrama de corte histórico en el que se narran los tres últimos días del Presidente Antonio López de Santa Anna.
"Y los nuevos críticos cinematográficos resultan ser bastante más caníbales que los anteriores. De tal manera que yo le tengo mucho cuidado a la crítica, le tengo mucha estima pero no la leo muy seguido, no sea que me encuentre con algo muy desagradable ".
En Canoa , Cazals desnuda la inclemente mecánica de la intolerancia del sistema social; en Las Poquianchis muestra al ras las putrefacciones del sistema judicial; en Los Motivos de Luz evidencia las degradaciones que brotan de la miseria y, en esta charla; revela las razones por las que tiró la toalla.
"El retiro lo motivó una película caótica dividida en dos etapas de filmación (Kino , 1993)lo cual es fatal. Recomenzar seis meses después el espíritu, la corriente eléctrica que alimenta una filmación, por así decirlo, es muy difícil. Una gran catástrofe en el sentido más estricto de la palabra. Una catástrofe de orden emocional. A mí me tomó mucho tiempo reponerme.
"Entonces, después de 30 años de carrera soplarse un accidente de esa envergadura realmente me afectó. Y decidí pasar a receso, a lamerme las heridas, a tratar de reconstruir la fe inevitable que uno debe tener sobre su propia condición. Medir si la podía recuperar. Y en función de eso saber si podría seguir filmando, o si de plano no ".
"Por fortuna, después de algún tiempo me sentí mejor. El entorno me sugirió volver -me negué mucho tiempo-, y poco a poco, entre el ocio y mucho del aburrimiento -porque un cineasta vive con el cine-, me puse a trabajar; en . n, paulatinamente me fui poniendo en condiciones, como lo hace un atleta.
"Finalmente, me fui implicando en este proyecto en el cual ahora estoy sumergido. Y esa es la realidad. La única realidad es esta de ahora: Su Alteza Serenísima ".
Recuperada la confianza y fortalecidos los músculos creativos, Cazals reemprende sus búsquedas justo desde el punto en que las dejó.
"La historia de México me ha...
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