Felipe Calderón Hinojosa / Construir la mayoría
| Autor | Felipe Calderón Hinojosa |
Ha terminado el último periodo de sesiones de la actual LVIII Legislatura del Congreso de la Unión. A reserva de realizar un balance meticuloso acerca del resultado de su gestión, puede anticiparse que probablemente resulte en un alto contraste con la opinión generalizada que del trabajo de los diputados tiene la ciudadanía. En términos cuantitativos, y a pesar de las críticas, ha sido ésta la legislatura que mayor esfuerzo legislativo ha realizado de todas las que se tiene registro, si se toma en cuenta el número de dictámenes puestos a discusión y votación del pleno de la Cámara. Según los estudios del profesor Jeffrey Weldon, quien ha seguido acuciosamente este tema, la legislatura en la Cámara de Diputados conoció y votó 355 dictámenes con reformas de ley o decreto, más del doble del promedio de sus predecesoras, y fueron presentadas casi mil 300 iniciativas, también el mayor número en la historia del Congreso. Y en cuanto a lo cualitativo, esta legislatura pudo procesar cuerpos legislativos completos o bien reformas parciales que implicaron un avance para el país. En lo económico por ejemplo, se dieron dos legislaciones integrales: una en materia de campo, que implicó la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, la Ley de Capitalización de Procampo, la liquidación del Banrural y la creación, bajo un esquema distinto, de la Nueva Financiera Rural. Socialmente destacó por la creación del Seguro Popular, la nueva legislación de Ciencia y Tecnología y las reformas en materia educativa. Y en lo político y administrativo destaca la Ley del Servicio Civil de Carrera, y sin lugar a dudas la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, que implica una ampliación substancial de los derechos de los ciudadanos frente al Estado.
Y si bien es cierto que la legislatura que termina pasa la prueba de los números, ningún avance registrado por la Cámara de Diputados podrá superar en la opinión pública la percepción de la agenda pendiente, el faltante de reformas que registró a su conclusión. Es curioso que se trata de reformas que necesita el país desde hace unas tres décadas, es decir, hace 10 legislaturas, y sin embargo se le reclaman medularmente a ésta. Aunque queda aún la posibilidad material de que alguna de tales reformas se produzca en lo que resta de su vigencia de aquí al mes de agosto, es realmente inviable políticamente pensar en la reforma fiscal integral, la reforma en materia de electricidad o la laboral. Porque por muy...
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