Federico Reyes Heroles / Parteaguas

AutorFederico Reyes Heroles

El futuro de Florence Cassez está de por medio. Cualquier vida es importante, la de ella no es la excepción. Las buenas relaciones entre México y Francia están en entredicho. No es poca cosa. Pero para los mexicanos como individuos y para México como nación, hay algo aún más importante: la instalación del debido proceso en nuestro país. Hoy cualquiera puede ser víctima de un proceso viciado de origen. Detenciones arbitrarias e indebidas, arraigos prolongados, corruptelas, la lista de amenazas constituye un horror potencial en la vida cotidiana. El debido proceso es la única garantía de lo más preciado, la libertad. Lo que se discutirá mañana en la Primera Sala de la Suprema Corte es un parteaguas para más de 115 millones de mexicanos.

Las objeciones a la rectificación jurisdiccional son múltiples. Cassez estuvo involucrada en actos delictivos, dicen. Imposible que no se hubiera enterado. ¡Que se pudra en la cárcel! En el otro extremo es una blanca paloma, no sabía nada, pobre inocente. La bruma sobre el fondo impera. Donde no hay duda es la violación de sus derechos procesales. Se impone una discusión de principios. El Estado de derecho no se instala de la noche a la mañana. El imperio de la ley y tener autoridades respetuosas de su supremacía son los cimientos de un edificio que lleva tiempo edificar.

No caben posturas a medias, indefiniciones. Hubo o no violación al debido proceso, ese es el quid. En la defensa del debido proceso no puede haber variaciones en el rumbo. Si la autoridad no tiene claro hacia dónde se dirige, difícilmente llegaremos a buen puerto. México no es una democracia perfecta, pero esperamos que cada decisión de la autoridad esté encaminada hacia allá. Cuando las autoridades electorales no son consistentes con los principios de la democracia, el asunto es muy grave. Solo así se modifica la terca realidad. Lo mismo ocurre en el ámbito de la administración de justicia. Sabemos de nuestras múltiples deficiencias, arbitrariedades, deformaciones de los Ministerios Públicos, de las incapacidades de jueces locales y federales, pero la responsabilidad última de fijar el rumbo recae hoy en la Corte.

En el caso Cassez hubo múltiples violaciones al debido proceso, además del increíble montaje mediático. El affair Cassez ha exhibido a México frente al mundo. La participación de la mujer es muy discutible. Lo que no está a discusión son las violaciones al debido proceso. En cualquier democracia que se respete de serlo la más...

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