Federico Reyes Heroles / Maleteros y futuro

AutorFederico Reyes Heroles

El incidente podría parecer menor. Sin embargo, el asunto desnuda uno de los más graves problemas de nuestro país: la rigidez laboral. Regresemos al caso, como liberal que soy, defenderé a muerte el derecho de cualquiera a pagar a un maletero por trasladar su equipaje. Es un servicio muy útil sobre todo para personas mayores o con afecciones cardiovasculares, de espalda, o con alguna discapacidad, mujeres embarazadas, madres que llevan a los críos en los brazos o simplemente alguien que trae mucho equipaje. Raro es el viajero que nunca ha necesitado de ese servicio. Los aeropuertos son mucho más amables cuando brindan ese auxilio.

El trabajo de maletero es tan digno como cualquier otro y quien quiera ejercerlo deberá tener esa opción, como todo, de manera reglamentada. Sin embargo, las tendencias mundiales apuntan a una severa disminución en ciertos servicios manuales. Cada vez hay menos personas dispuestas a ellos. Por algo será. El equipaje con ruedas ha abierto la posibilidad de desplegar una enorme energía. Los propios pasajeros pueden, en muchas ocasiones, transportar por sí mismos su equipaje, lo cual permite que la mano de obra empleada en ese útil, pero rudimentario trabajo pueda desplazarse a otra actividad más productiva. He ahí el meollo de trauma nacional: contemplar a la rigidez laboral como una condición para lograr mayor prosperidad y justicia social.

Nos viene de lejos. La concepción sectorializada de la economía, campesinos, obreros, sectores populares organizados corporativamente, es mucho más que una realidad histórica que imperó por décadas, es parte de nuestra cultura. Hay todavía quien piensa que lo mejor que le puede ocurrir al campesino es seguir siendo campesino, o al obrero continuar con su mismo encargo toda la vida. Pero el mundo ha cambiado. La prosperidad de un país en parte depende de su capacidad para adaptarse a los nuevos requerimientos que surgen por las tecnologías y cambios en la forma de vida.

Las agriculturas prósperas no demandan de mucha mano de obra, por el contrario, son prósperas por tecnificadas. En las economías desarrolladas el sector secundario, el trabajador de cuello azul, ocupa menos del 20 por ciento de la PEA. La movilidad es una señal de avance. Con el mismo criterio de impedir que cada quien transporte su equipaje, no deberíamos utilizar computadoras para no desplazar a las secretarias.

Así como defiendo el derecho de cualquiera a contratar el traslado de equipaje, defenderé el derecho...

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