Federico Reyes Heroles/ Frankensteins

AutorFederico Reyes Heroles

Mientras los ojos de cientos de millones se concentran en el ir y venir de los balones, la paz mundial está en entredicho. Uno de los más añejos conflictos internacionales podría estar a punto de explotar.

Atrapado históricamente entre gigantes, la Unión Soviética, India y China, el codiciado territorio de Cachemira puede convertirse en la terrible mecha de un enfrentamiento de consecuencias inimaginables. Dos potencias atómicas, Paquistán y la India, parecieran haber cancelado cualquier intento de conciliación y estar dispuestos a lo peor. Pero, ¿cuál es el origen? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Lo primero sería aclarar que el nombre Cachemira se refiere a un territorio hoy dividido entre tres Estados-nación: la India, China y Paquistán. Las leyendas y mitos de la región hablan de un asceta, Kasyapa, que transformó un lago en un riquísimo territorio de cultivo. Rodeados de cordilleras de gran altitud, los valles de Jammu, Punch y el propio Cachemira son legendarios por su belleza y fertilidad.

La mayor parte de ese territorio original pertenece hoy a los Estados indios de Jammu y Cachemira, y sólo una porción menor recae en el control paquistaní y chino. Pero son precisamente esas fronteras políticas las que ocultan el drama étnico y religioso que subyace.

La religión budista, según explican las enciclopedias, entró en esa región más de dos siglos antes de Cristo. Se sucedieron 14 siglos de dinastías hindúes que fueron desplazadas en 1346 por un gobierno musulmán. Se inició allí una profunda conversión religiosa que parcialmente desplazó al budismo. Desde entonces, las tensiones religiosas han propiciado enfrentamientos incontrolables y una alta inestabilidad social.

El aislamiento geográfico de la zona ha propiciado que el grupo triunfador quede naturalmente pertrechado frente a sus enemigos. A principios del Siglo 19, el reino sikh del Panjab se anexionó Cachemira manteniendo su control hasta su derrota frente al reino Dogra de Jammu, que mantuvo su imperio hasta la mitad del Siglo 20. Todo esto ocurrió mientras el imperio británico extendía su control en el vasto territorio que hoy conforman la India y Paquistán.

Cachemira se constituyó en Estado en 1846, pero también quedó sometido al imperio británico que ocupó el área pocos años después. Para 1879, de acuerdo al Tratado de Gandamak con Afganistán, esos territorios pasaron a constituir una provincia del imperio con el nombre de Beluchistán.

Los pros y contras de la historia colonial...

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