Federico Reyes Heroles/ Los cimientos
| Autor | Federico Reyes-Heroles |
Alejandro Toledo rechaza ir a la segunda vuelta; está amañada, alega; en las islas Fidji, un sorpresivo Golpe de Estado pareciera poner fin al régimen legal; en Paraguay, el otrora héroe nacional, Lino César Oviedo, quien empujara a Stroessner de la dictadura intenta tomar el poder. Son los sucesos de sólo una semana. En la agenda inmediata también están Ecuador, Sierra Leona, Sri Lanka y, por supuesto, Venezuela, entre otros muchos. ¿Qué pasa? ¿No se decía hasta hace muy poco que el mundo se encaminaba en definitiva a la democracia? Como olas decían, los países se democratizaban. Pues sí, pero hoy incluso los más fervientes defensores de esas tesis ya dudan de la permanencia de muchos de esos nuevos regímenes democráticos. Como las estrellas viajeras, muchas democracias parecieran ser fugaces.
Huntington siempre ha hablado de contraolas. Hoy afirma que la democracia puede producir regímenes "indeseables". Otros autores como Diamond o Zakaria han creado nuevos conceptos para referirse al problema. "Democracias iliberales" alude precisamente a esa situación donde el juego electoral cumple con las reglas, pero los cimientos, la cultura política, son débiles o están podridos. "Liberalismo constitucional" o "democracias liberales" son las nuevas categorías para referirse a las "verdaderas" democracias: allí donde al juego democrático se le suman libertades en todos los ámbitos, equilibrio real de poderes, respeto a los derechos humanos, prensa libre, etcétera. Todos coinciden en un punto: los sistemas electorales son apenas la superficie del problema. Reformarlos ha sido relativamente sencillo. El mayor de los retos está en fomentar una verdadera cultura democrática, asentada en valores liberales.
Hace unos días MURAL publicó el reporte de la versión más reciente de la Encuesta Mundial de Valores. Su pertinencia no podría ser mayor. Se trata de un ejercicio internacional coordinado por Ronald Inglehart desde la Universidad de Michigan que, por primera vez en la historia de las Ciencias Sociales, nos permite comparar el sustrato cultural de múltiples naciones con una misma base metodológica. A un mes de la elección más disputada e importante de la vida moderna del País, tenemos frente a nosotros un excelente retrato de lo que está detrás de los 58.7 millones de electores. En primer lugar es falso, a pesar del ruido de las campañas, que estemos sumamente interesados por la política: dos de cada tres mexicanos sienten poco o nada de interés por el...
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