'La fayuca me da para ahorrar'

AutorYolanda Martínez

Corresponsal

LA HABANA.- "Me cuidaré de las inspecciones, pero ni piensen que voy a cambiar mi negocio", afirma Daymí, propietaria de una de las decenas de tiendas ilegales que venden fayuca en La Habana, Cuba.

Gente común y corriente ahora vende artículos domésticos, ropa de moda, bolsos, zapatos, cosméticos y otros complementos ingresados al país a través de los aeropuertos internacionales, en el equipaje de las 'mulas'.

El fenómeno de la fayuca creció de manera abrupta en 2012 en toda la Isla, al calor de la apertura de pequeños negocios y como parte de las reformas socioeconómicas que realiza el país.

Y tal como habían anunciado las autoridades, desde este mes, un decreto ley prohíbe la venta de productos importados a los cuentapropistas, algo que rechazan los nuevos emprendedores del sector y también sus clientes.

En el espejo que cubre la puerta del pequeño cuarto de baño que Daymí ha convertido en probador, una veinteañera observa como le sienta el minivestido de flores Liberty (30 cuc, divisa local de valor anclado al dólar) combinado con unos botines planos (45 cuc), todo recién llegado de Madrid.

"Esto no lo encuentro en una tienda estatal y si voy a la Mango o a la Benetton del centro comercial, sólo los botines me cuestan más de 150 cuc.

"Mientras la cosa no cambie, yo voy a seguir comprando aquí, le guste o le disguste al Gobierno", responde desafiante la joven.

La rebeldía de estas dos mujeres no es una excepción.

Hasta donde ha podido investigar REFORMA, todo indica que muchos clientes y propietarios de casas-shopping se niegan a aceptar las nuevas disposiciones.

No aceptan que se prohíba a los cubanos particulares desarrollar el comercio minorista, cuando el Estado no ha poido abastecer de forma estable sus redes comerciales y ofrecer a buenos precios.

"Que legislen mejor, que graven razonablemente las importaciones, pero que no pretendan poner puertas al campo a estas alturas", enfatiza Daymí.

"Este negocio es mi sueño desde niña", cuenta al destacar que genera ganancias mensuales por unos 800 cuc.

"Me da para ahorrar, y a ver si puedo comprar una casa mayor que este apartamentico.", explicó.

En tanto, el Gobierno mantiene sus posiciones.

"La venta de productos de factura industrial, o comprados en el exterior por modistas o sastres, plomeros y productores o vendedores de artículos varios de uso del hogar, constituirá una infracción" subrayó hace unos días la viceministra de Trabajo, Marta Elena Feito.

"Como han venido...

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