Farid Kahhat / El mundo según Rumsfeld
| Autor | Farid Kahhat |
El resultado es una obra intitulada "Perlas de Sabiduría: La Poesía Existencial de Donald Rumsfeld". Proeza nada desdeñable por cierto la de inspirar un poemario, sin jamás haber leído un poema.
Aunque claro, siempre es preferible ser recordado como un mal poeta, que como un personaje que escapó furtivamente de un bestiario medieval.
Por que además de ser lamentables como poesía, los versos del Secretario de Defensa estadounidense evidencian una beligerante paranoia en los temas de su competencia.
Piénsese por ejemplo en su respuesta cuando se le recordó la ostensible orfandad de pruebas revelada por los reportes de inteligencia sobre las presuntas armas de destrucción masiva en poder de Iraq: "La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia".
O, en buen romance, la duda condena al reo, salvo que este consiga probar lo indemostrable: que no posee cierto tipo de armas. Claro, podría alegarse que no se trataba de un reo común, sin embargo la naturaleza repelente del régimen iraquí no impidió que en 1983 la diestra entintada en sangre de Saddam Hussein fuese estrechada por el propio Rumsfeld, sellando así la venta a Iraq de esporas de ántrax.
Consultado sobre las amenazas de seguridad que enfrentan los Estados Unidos, Rumsfeld nos endilga otra febril conjugación entre la rima y el delirio: "Hay cosas que sabemos que sabemos, hay cosas que sabemos que ignoramos, y hay cosas que ignoramos que ignoramos, incógnitas que no conocemos".
Ahora bien, ¿cómo se puede diseñar una estrategia racional para enfrentar aquello que ignoramos que ignoramos? La respuesta es simple: no se puede. Parafraseando al maestro, una incógnita que pasa de incógnito no puede ser despejada.
Eso no quiere decir, sin embargo, que la lógica esbozada por Rumsfeld no tenga consecuencias para el diseño de una estrategia de seguridad. Una estrategia de seguridad comienza por identificar amenazas posibles a los intereses del Estado (y, en forma creciente, a los de sus ciudadanos).
Luego intenta estimar la probabilidad relativa de que esas amenazas se produzcan, y establecer si afectan o no a intereses vitales. Finalmente se diseña un plan que, empleando diversos medios, intenta neutralizar las amenazas previamente identificadas y jerarquizadas.
Pero si las amenazas a los intereses vitales del Estado son potencialmente omnipresentes, y a la vez no podemos estimar su probabilidad de ocurrencia por que permanecen ocultas, entonces el único curso de acción sensato es prepararse...
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