Proyecto Familia / Lo que necesitas saber sobre el abuso infantil

AutorMartha Sáenz

En Nuevo León se reporta un incremento alarmante de casos de delitos sexuales cada año, pero el número de abusos sexuales no reportados y más a menores es mucho mayor e impactante.

La causa es que los niños tienen miedo de decir lo que ha estado sucediendo, ¿por qué?, porque o son muy pequeños y no saben qué les sucede, o tienen temor a que no se les crea, o creen que realmente el agresor cumplirá sus amenazas para hacerlos guardar silencio.

Por otro lado, el procedimiento legal para validar un episodio de abuso es bastante difícil y vergonzoso, muchos adultos responsables de cuidar a los pequeños no confían en que las autoridades intervengan favorablemente en la solución del delito, y mucho menos en que se "haga justicia".

El problema debe ser atendido inmediatamente, el abuso terminado, el niño rescatado y protegido, debiendo recibir ayuda profesional inmediata.

Urge que el agresor sea identificado y sancionado severamente. De acuerdo con la ley, el que ha abusado de un menor lo seguirá repitiendo con otros, no importa los años que pasen del hecho sucedido, o los años que tenga el abusador; las agresiones a menores no se detienen y se continuarán repitiendo con otros niños a su alcance.

El daño ocasionado al menor es muy doloroso y la falta de atención profesional de médicos y psicólogos produce resultados devastadores en los pequeños dejando secuelas negativas que saldrán a la superficie en la adolescencia o en la edad adulta con conductas inadecuadas y personalidades disfuncionales.

El Día Internacional de los niños y las niñas inocentes víctimas de agresión, que se conmemora la próxima semana, el 4 de junio, de acuerdo con lo que dicta la UNICEF, es una buena oportunidad para reflexionar sobre el tema.

¿Está mi hijo en riesgo?

El mito que existía de que sólo se debía cuidar a los niños de los extraños o desconocidos se ha derrumbado.

Las estadísticas nos dicen que el abuso sexual a niños en la mayoría de los casos ocurre dentro de la familia o por personas conocidas por el menor: su padre, padrastro, hermano mayor, u otro familiar; o fuera del hogar, por ejemplo, por un amigo, vecino, niñera, profesor o molestador oportunista.

Sin embargo, cuando el abuso sexual ha ocurrido, el niño desarrolla una variedad de pensamientos y sentimientos con ansiedad, angustia y culpabilidad, por lo que los padres deben estar atentos.

Es común que un niño que fue víctima del abuso sexual prolongado desarrolle una personalidad con baja autoestima...

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