Faltan al Honor tres policías al mes

AutorAntonio Navarrete

Presuntamente por faltar a los principios de honor, lealtad y honradez que enarbola su corporación, en los últimos 16 meses, un total de 48 elementos de la Policía Municipal de Guadalajara, se han visto involucrados en 17 casos que se han dado a conocer a la opinión pública.

Entre estos destacan cuatro acusaciones por homicidio, siete robos, cuatro agresiones y un caso de violación y tortura.

El 4 de diciembre de 1999, Enrique Cerón Mejía, director de la corporación, informó que 300 elementos fueron dados de baja o consignados ante el Ministerio Público por faltas, delitos o actos diversos de corrupción cometidos durante el año.

En lo que va de este año, se han dado a conocer cuatro casos más de abuso de autoridad, robo y extorsión, en los que han resultado involucrados 15 elementos más.

La tortura

La noche del 2 de septiembre de 1998, Sergio Llanos Meza y su primo Sergio Yebra Llanos fueron aprehendidos como presuntos responsables del asalto a una joyería ubicada frente a la Presidencia Municipal de Guadalajara, y fueron trasladados a los separos de la Policía.

En el lugar, Llanos Meza fue violado y torturado con un tolete para obligarlo a que confesara quiénes eran sus cómplices, todo esto en presencia del comandante Jaime Moreno Merino, y según una versión, habría estado también Enrique Cerón Mejía, director de la dependencia.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco inicia una investigación, mientras que los estudios periciales y los partes médicos de la Cruz Verde demuestran que si hubo violación.

Una semana después Moreno Merino acusa a Cerón Mejía, pero él niega los hechos y el alcalde Francisco Ramírez Acuña ratifica su confianza en el jefe policiaco.

El 27 de octubre la Comisión de Honor y Justicia del Ayuntamiento de Guadalajara abre una investigación y el 15 de diciembre exoneran a Cerón Mejía y culpan a Moreno Merino, a pesar de que la CEDHJ recomendó al Alcalde Francisco Ramírez Acuña que suspendiera a Cerón Mejía.

El 21 de septiembre el regidor perredista Alfredo Rodríguez Banda exigió a las autoridades reabrir al caso de tortura porque aseguró que se encontraron irregularidades que terminaron con la exoneración del director y la liberación del entonces comandante Moreno Merino.

Los nombres de los otros elementos implicados no se dieron a conocer, y actualmente el caso está cerrado.

Los homicidios

La noche del 27 de marzo de 1999, José Rogelio Suárez Cruz, de 27 años, platicaba con unos amigos y su hermano afuera de su casa, localizada en la Colonia Echeverría, cuando los elementos de la unidad G 718, que hacían su rondín, pasaron por el lugar y les pidieron que se retiraran.

En una segunda vuelta, los elementos encontraron nuevamente a los muchachos, pero esta vez la petición se tornó en discusión y posteriormente en un forcejeo en el que el hermano de Suárez Cruz le estrelló en la cabeza una botella de cerveza a uno de los elementos.

En su intento de huir, José Rogelio Suárez Cruz fue baleado por la espalda y muerto por el policía Esteban Ramos Hernández, quien fue condenado a 30 años de cárcel por el delito de homicidio y abuso de autoridad, además se le exigió pagar 118 mil 349 pesos a la familia del joven como reparación del daño.

El 23 de junio de 1999 un joven que había intentado asaltar a un taxista en la Colonia Nueva España murió de un balazo que le realizaron oficiales de la unidad GL 050 porque con una pistola "hechiza" calibre .22 quiso enfrentarse a ellos.

El joven abordó el taxi en la Colonia Las Pintitas, junto con otros dos, y al llegar a Santa María Tequepexpan sacó una pistola y...

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