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Le faltan bolas

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Vincent
AutorVíctor de Jesús Ramírez

DRAGON BALL ha sido una licencia explotada en los videojuegos desde los ochenta. Desde entonces ha estado presente en casi todas las plataformas y de los títulos aparecidos ha habido desde algunos realmente buenos (Budokai Tenkaichi 3, por ejemplo) hasta otros infames (Dragonball: Evolution, basado en la horrible película). Entre estos dos polos, Goku y compañía han navegado en un océano de juegos mediocres la mayor parte del tiempo.

Desgraciadamente esto no ha cambiado con la llegada de Battle of Z. El desarrollador quiso despegarse de lo hecho anteriormente al presentar algunas características innovadoras: peleas de hasta cuatro personas a la vez en escenarios abiertos; diferentes "clases" de peleador (algunos especializados en el combate cuerpo a cuerpo, otros en lanzar energía y algunos más en curar aliados); personalización de los atributos de cada personaje, etcétera.

Estas son todas buenas ideas, que lamentablemente no logran hacer que el juego despegue. Sobretodo en el aspecto jugable, ya que la participación de varios jugadores aunado a una cámara deficiente en ocasiones da lugar a peleas caóticas, donde la acción se ve interrumpida constantemente.

Además de la campaña, que consta de 60 misiones en la que reviviremos algunas de las batallas emblemáticas de la serie televisiva, el juego cuenta con un modo multijugador cooperativo y uno competitivo. De éstos, es en el competitivo donde quizá pases los mejores momentos pues existen variantes que hacen más interesantes las peleas.

Así, puedes enfrentarte a otro equipo de cuatro personas o enfrentarte a otras siete en Battle Royale.

En el aspecto técnico, el apartado gráfico...

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