Facilitan 'lectura' a personas ciegas
| Autor | David García-Escamilla |
Leer en Braille cuentos infantiles, menús de restaurantes, tarjetas de presentación, boletas electorales y hasta tesis universitarias es posible para los ciegos gracias al Organismo Mexicano Promotor del Desarrollo Integral de los Discapacitados Visuales.
Esta es una de las recientes tareas de la institución para poner al alcance de más personas estos materiales, cuya producción es limitada en la República, en comparación con países como España y Estados Unidos.
Camerina Robles Cuéllar, presidenta del patronato, explica que su labor, junto a 14 personas más, es titánica, pues también hacen relieves de figuras famosas para identificar sus rostros, consiguen becas, donativos y descuentos en tratamientos médicos. Si le parece difícil aprender trigonometría, imagine tener que traducirla y entenderla en braille.
Sólo en 2003, y gracias a convenios con la SEP y otras instituciones, en el centro de impresión en braille de Discapacitados Visuales se imprimieron mil 250 cuentos infantiles, 240 libros de texto de nivel secundaria, (que ya publicados en braille suman mil 920 tomos de 120 hojas cada uno), 27 mil impresiones de la revista Kadima, 400 de la revista D2 Lectores, y tres tesis profesionales.
"El IFE y el Instituto Electoral del Distrito Federal nos han encargado guías para conocer los distritos electorales e instructivos para las elecciones de julio. En estos casos se cobra el papel y el servicio, pero en la mayoría de las impresiones cobramos sólo el papel, el organismo subsidia alrededor del 80 por ciento del costo", precisa.
El sapo distraído, La pulga y el piojo, El nuevo amigo de Franklin y Franklin tiene un mal día son algunos de los 10 cuentos infantiles que se han impreso junto con la asociación civil Luciérnaga Literaria, que forman parte de la serie Algo más que seis puntos, en alusión a la clave que forma las letras braille.
"Hemos logrado convenios con editoriales como Ekaré y Norma para que no nos cobren los derechos de autor y nos vendan más barato los cuentos, ya que esos mismos se desarman y se meten a las impresoras, así sirven tanto para un niño que ve como para uno que no puede hacerlo", agrega Cuéllar.
Además, gracias a donativos de empresas papeleras como Kimberly Clark y Adobe Systems, han logrado también abatir costos.
Las impresoras braille que utilizan son de tecnología sueca, con precios que rondan los cien mil pesos, y el programa es tan sofisticado, que cuando se trata exclusivamente de textos, el sistema hace la...
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