Fábulas perrunas

Ni el perro más fielCarolina Rocha MenocalEL UNIVERSAL(Embargada para sitios en Internet hasta las 24:00 horas locales)Es la frase más trillada del mundo. El perro es el mejor amigo del hombre. Claro ¿pero que nos aclaren de qué hombre? Porque no por mucho ladrar ese dicho es realidad. Yo me tuve que topar con una perra regordeta y arrastrada (no se asusten no porta huipil ni dirige partido alguno) para comprender que en la fauna animal, así como en la política, el nombre del juego se llama hueso.Sí, la lealtad, como la ideología, pende de un osobuco, costilla, alita de pollo, dádiva o lo que esté más a la mano.Y si el perro, solo en teoría el amigo más leal, no se salva, ilusos aquellos que creímos que en la especie homus-politicus existe la fidelidad a una causa… Exceptuando, evidentemente, la Fidelidad en Veracruz que esa sí pende de despensas, camisetas y gorras.Pero me explico.Bastaron 52 días en Sudáfrica para que mi perra más leal, la más agradecida, literalmente mi delfina me intercambiara por otro y sólo cuatro, con un hueso por delante, para recuperarla.Su nombre es Marcolfia, Maka para simplificar y Makaka para molestar. Llegó un día de marzo a mi hogar y la estancia que originalmente se planteó por dos meses, se convirtió en permanencia voluntaria.En aquel entonces, me mudaba de un departamento en la colonia más perruna del DF, la Condesa, hacia la más inundada de la capital, San Jerónimo. La llegada de Makaka obedeció a una depresión profunda del primogénito de la camada, Bruno, Il Conde, que en el sur de plano no se halló. El pobre nieto de salinas (por chaparro, orejón y ladrón… por eso del wua wua ya lo había explicado en otra fábula) enloqueció con la mudanza y el cambio de código postal. Y aunque no le dio por las huelgas de hambre, una vez en el sur de la ciudad y lejos del Castillo de Chapultepec, empezó a desarrollar una afición por lamer sus axilas Âalias el Jiménez- de forma obsesiva.De tanto lamer se sangraba y yo alarmada busqué a su criador quien sabio pontificó: "Es depresión, te mando a su media hermana hasta que se acostumbre a su nueva casa".Y así llego Marcolfia. Una perrita reproductora, acostumbrada a la vida en...

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