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Fábulas perrunas

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Vincent

¡Es el nombre estúpido!Carolina Rocha MenocalEL UNIVERSAL(Embargada para sitios en Internet hasta las 24:00 horas locales)Crea fama y échate a dormir… y si no te vence el sueño, dedícate a ladrar.No es que esta Adelita se haya contagiado del síndrome presidencial que embarga en plena primavera a la clase política mexicana y quiera por ende dedicarse a predicar y aullar promesas al por mayor. Nooo. Es que la fábula sabatina me ha catapultado a la fama y ahora cual doctor en reunión social, tiro por viaje le hago de consultor de remedios perrunos."¿Usted es la Adelita de las fábulas? "Nooo'mbre" le cuento que Cleto anda de pizpireto como su Bruno oliendo rabos en días negros de Kalimba"."¡Oiga! su perra Canuta ¿es tan mala como la pinta? es que mi Benjas actúa como hijo de Dolores Padierna: "vigilaré cada uno de tus pasos chucho" me dice con ojos de perro adoptado".Durante las últimas dos semanas mi correo se ha plagado de fotos de perros chiquitos, gorditos, mechudos, rabudos, de casta, sin casta y, eso sí, todos con el pequeño detalle de que no tienen nombre. Ajá. Y para mi desgracia, los remitentes de dicha correspondencia sugieren que su Adelita idee los mentados motes.Imagine usted el daño que puede uno provocar con un apodo mal dado.¡Es el nombre estúpido!A ver; si le pones Juan al can y se la pasa escondido detrás del zaguán ¿quién tiene la culpa? O si la llamas Lola y en vez de dar la pata entrega la cola.No es cosa pequeña la que aquí explico. Nombre es destino y para muestra la maldición perruna que ensombrece a Felipe. Sí, Felipe Alberto Jiménez, criador de mis perros y, ya lo he contado antes, un caos perfectamente disfuncional.Su vida son las competencias caninas. Anda en una macro-combi desvencijada, maltrecha y ya sin asientos, parecida a la de Shaggy y Scooby Doo. En ella viaja -o más bien rueda en las bajadas- de Puebla a Toluca y luego hasta Coahuila o dónde se esté llevando a cabo alguna justa perruna o especializada como él las llama.Desembarca a su perrada, la baña con esponja absorbente -un tercio de shampoo por dos partes de agua para que el cuero no pierda grasa- corta uñas, acicala a cada uno de su gladiadores y les pasa en el lomo un algodón con tinta negra para que sus manchones deslumbren en la pista.No es que el amor por mi Brunito -campeón ehhh- me obnubile pero con estricto...

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