Luis F. Aguilar / Pequeños para reformas grandes

AutorLuis F. Aguilar

En recuerdo de Carlos Castillo Peraza.

Uno quisiera que la política tuviera otra categoría, otro nivel, pero fatalmente, como si fuera destino, los políticos hacen el ridículo y recaen en tonterías, irresponsabilidades y hasta incivilidades. La lista de pequeñeces políticas e intelectuales y hasta de descortesías protagonizadas por nuestros políticos en este par de semanas ha sido notoria y patética. ¿Se dará cuenta la clase política de su poca clase? Una mirada a los días pasados basta para mostrar la pequeñez de nuestra política o, mejor aún, para mostrar que la política es una gran actividad destinada a ser pequeña, al ser ejercida por hombres naturalmente limitados, que se dedicaron a ella por nobles causas sociales, pero que están expuestos a torpezas intelectuales, desequilibrios emocionales e incongruencias morales al momento de realizarlas. A pesar de los ingentes poderes y recursos que les da su cargo público, nuestros legisladores y gobernantes son limitados. Los políticos son diferentes de nosotros no porque carezcan de limitaciones cognoscitivas, políticas y morales, sino porque sus limitaciones pueden causar efectos de gran magnitud e impacto social: terribles e ingentes daños sociales o extraordinarios beneficios. Por ello representan un riesgo y no sólo una esperanza.

Los días pasados nos muestran una política pequeña. En primer lugar, el espectáculo de un ex Presidente que, desesperado por haber perdido la estima social pero convencido de que es una personalidad extraordinaria, muestra graves problemas de autocontrol a raíz de que los medios exhibieron los privilegios y favoritismos que gozó en su pasado cargo, atrapado en el típico enredo de propiedades públicas con usos privados que caracteriza la vida de nuestros gobernantes y los lleva al borde de situaciones de corrupción. Enseguida el espectáculo de los senadores que muestran que han convertido la política en negociación de cualquier cosa, sin importar la naturaleza del asunto que se trate, con tal de que se respete la regla de que el arreglo debe arrojar utilidades por turno a cada uno de los partidos que hoy son los dueños de la democracia. Hasta el reconocimiento a los méritos cívicos de mexicanos sobresalientes -el otorgamiento de la medalla Belisario Domínguez a Carlos Castillo Peraza, actor fundamental de la transición democrática- es materia de regateo y transacción interpartidaria interesada. Senadores, de nuevo, que abandonan el recinto de la Cámara con tal de...

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