Ezra Shabot / Rumbo al 2009

AutorEzra Shabot

Los calendarios electorales en México se han convertido en fechas límite para trabajar en términos políticos. La cercanía de comicios de todo tipo disminuye sensiblemente la posibilidad de llegar a acuerdos entre los partidos. Y si bien es cierto que esto es un fenómeno común a todas las democracias, en nuestro país la todavía desordenada calendarización de procesos electorales reduce significativamente el tiempo de trabajo de los políticos dispuestos a negociar sin tener encima la presión de las campañas. Es por ello que la definición de la reforma petrolera está condicionada por los tiempos de la elección intermedia del 2009.

Más allá de la discusión sobre la validez o no de una consulta ciudadana, la estrategia diseñada por López Obrador, desde los debates hasta el referéndum, tiene un denominador común: la cancelación de la reforma a través de mecanismos dilatorios que la sitúen en los tiempos electorales del 2009. Como es conocido, a partir de octubre de este año arranca este periodo, lo que implica que cualquier acuerdo sobre el tema del petróleo deberá votarse como máximo en un periodo extraordinario de sesiones en el mes de agosto ya que, de no ser así, el potencial aliado del gobierno, el PRI, tendría mayores dificultades para apoyarlo en las Cámaras.

Por lo pronto, los puntos de arranque de los distintos partidos son producto del impulso positivo o negativo que han generado en los últimos meses. Así, de acuerdo con la más reciente encuesta de opinión GEA-ISA, la intención de voto hacia Acción Nacional sería de un 47 por ciento, mientras que el PRI estaría con 27 por ciento y el PRD, 20 por ciento. Otras encuestas sitúan al PRI en una posición más fuerte cercana a los 40 puntos porcentuales. En lo que parecen coincidir todos los estudios es en el regreso del PRD a su voto duro, e incluso a la posibilidad de que éste se divida en caso de que la ruptura entre "chuchos" y "pejistas" se consume. Éstos son los datos desde donde se iniciará la campaña, y en donde la apuesta panista será la de llegar a un número de diputados lo suficientemente alto como para acercarse a la mayoría absoluta.

"Mayoría para el Presidente" parecería ser el lema de los panistas, quienes todavía tienen que deshacerse de sus extremistas como el propio Manuel Espino, para presentarse como una opción moderna, alejada del conservadurismo que no le proporciona los votos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR