Ezra Shabot / Cambio de ruta

AutorEzra Shabot

La desaparición del bloque soviético liberó a los norteamericanos de la amenaza comunista, pero en un periodo corto, se fueron construyendo otro tipo de amenazas a Occidente, provenientes de un desafiante Hussein, quien tras la invasión a Kuwait, suponía poder alzarse como la nueva potencia árabe en la región.

La alianza de Estados Unidos con la mayor parte de la comunidad internacional, desembocó en un triunfo militar y diplomático a principios de los 90's, dejando a un Hussein debilitado, pero lo suficientemente sólido como para mantener la dictadura y someter a chiitas y kurdos.

Sin embargo, un Medio Oriente complejo y lleno de radicalismos y rencores históricos, terminó por fortalecer cada vez más al extremismo islámico chiita y sunnita. Por un lado, el surgimiento de Al-Qaeda en la rama sunnita, y el chiísmo fundamentalista iraní por otro, fueron creando las condiciones para una confrontación de alto nivel con Occidente. Esta percepción según la cual el Islam es verdad absoluta en lo religioso y en lo político, se popularizó en el mundo musulmán al grado de convertirse en un peligro para las propias sociedades árabes y musulmanes en todo el planeta.

Este concepto de totalitarismo oriental, puso a Occidente ante el dilema de cómo enfrentar el crecimiento y la influencia de una ideología dispuesta a cobrarse viejas afrentas a través de exterminio de lo que considera sus enemigos irreconciliables.

El 11 de septiembre de 2001, y el ascenso al poder de Ahmadinejad en Irán, así como la capacidad de destrucción orquestada desde el interior de Europa para castigar a los ciudadanos miembros de Estados donde un gobierno es considerado agresor por parte del fundamentalismo islámico, llevaron al gobierno de George Bush a responder con la estrategia militar de una superpotencia que se consideró capaz de eliminar las fuerzas armadas del extremismo, así como establecer mecanismos de defensa adecuados para sus ciudadanos.

Si bien es cierto que la acción bélica en Afganistán debilitó notablemente la capacidad de movimiento de Al-Qaeda, también lo es el hecho de que las bases sociales del fundamentalismo islámico, y la radicalidad de su discurso y de sus operativos, ha aumentado significativamente en los últimos años. La...

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