Ezra Shabot / 2008, lo impredecible

AutorEzra Shabot

Si hay algo que puede caracterizar al año que termina, es su gran cantidad de sorpresas sucedidas una tras otra, y en la mayoría de los casos con una connotación negativa. La primera mitad del año hacía presumir un crecimiento económico lento pero constante a nivel mundial, así como un clima de estabilidad en México. Los temas de inseguridad y combate a la delincuencia organizada, así como la posibilidad de obtener una reforma energética profunda, se planteaban desde una perspectiva positiva y pensando en obtener resultados de corto plazo. Sin embargo, la fragilidad de la economía y las limitaciones de un poder político con una corta visión del futuro, terminaron por convertir a la realidad en un triste retrato del fracaso.

La guerra contra el narcotráfico elevó los niveles de violencia a grados nunca vistos. Más allá de las cifras de miles de muertos por ejecuciones y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, el campo de batalla se extendió a casi todo el territorio nacional en una apuesta a vencer o morir por parte del gobierno federal. La infiltración de los criminales en los aparatos de seguridad del Estado, terminó por demostrar su capacidad de respuesta ante una estrategia que golpeó fuertemente la estructura financiera y operativa de los cárteles. Sin embargo, el flujo de recursos ilícitos se mantiene constante y la probabilidad de ver disminuida la presencia del narco en el país es muy remota.

Por otro lado, el secuestro como delito recurrente que había salido de los titulares de las noticias a pesar de su persistencia, retomó su papel como catalizador del descontento social después de los trágicos casos de la familia Martí primero, y de la familia Vargas después. La marcha contra la inseguridad y las promesas de mejoramiento de los sistemas de prevención del delito y procuración de justicia, volvieron a plantear este tema como prioritario para la sociedad mexicana. La crisis económica derivada de un irresponsable manejo por parte de la administración Bush, terminó por poner de nuevo en el radar de la ciudadanía sus problemas de viabilidad monetaria.

Y es que si bien la reforma petrolera alcanzada demostró la disposición al diálogo y a establecer acuerdos mínimos, sus resultados positivos se verán en el mediano plazo y sin consecuencias inmediatas para el crecimiento y...

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