El extraño criterio utilizado para crear "la Doxa" de Parménides.

AutorCordero, Néstor-Luis
CargoNotas cr

[The Strange Criterion Used to Create Parmenides' 'Doxa']

Aunque la mayor parte de los especialistas, e incluso los más importantes, parecen ignorarlo (de lo contrario la cuestionarían), la "parte" del Poema de Parménides que se conoce como "la Doxa" es un collage arbitrario elaborado por un eminente filólogo nacido en Silesia (por entonces en Polonia) a fines del siglo XVIII, Georg Gustav Fülleborn (Die Fragmente des Parmenides, Züllichau, 1795). Si me permito utilizar el término collage es porque, como se sabe, el texto de Parménides--y lo mismo ocurre con todos los filósofos llamados "presocráticos"--sólo se conoce por citas de autores de la Antigüedad que pudieron poseer su escrito en forma completa. Estos mal llamados "fragmentos" (pues no son trozos auténticos de un todo, sino "citas" de algunas de sus partes, lo cual supone un "citador"), desperdigados durante un milenio desde Platón hasta Simplicio, no aclaran, salvo en rarísimas excepciones, (1) en qué pasaje, lugar, capítulo o "parte" del original se encontraban. Suponer que un conjunto de citas agrupadas por un intérprete constituyen una "parte" de un "todo" que se desconoce es un exceso de imaginación. Es por esta razón que los editores que recuperaron esos textos, desde Henri Estienne (en Poíesis Philósophos, Ginebra, 1573) hasta los más recientes, (2) se limitaron prudentemente a reproducirlos, sin pretender reconstruir los originales perdidos. Y, desde que Hermann Alexander Diels publicó su fundamental Die Fragmente der Vorsokratiker (1903), suele adoptarse su sistematización (que incluye, por desgracia, la "insólita" invención en Parménides de una parte conocida como "la Doxa", que es el tema de estas líneas).

En consecuencia, si las diecinueve citas de Parménides que han llegado hasta nosotros (a excepción del "fragmento 1"; (3) véase la n. 1) se ordenaron de cierta manera en función del criterio de un editor, y a una "parte" de las mismas se la llamó "la Doxa", no se puede responsabilizar a Parménides por las inconsecuencias que resultarán de ese orden. No obstante y de manera curiosa, en el caso de este grupo de fragmentos (49 versos que van del 51 del frg. 8 al frg. 19), prácticamente todos (4) los especialistas parecen haber adoptado el criterio de Fülleborn y no dudan en referirse a "la Doxa de Parménides". En este sentido, Parménides es una excepción, pues esta unanimidad no existe en el caso de los otros presocráticos. Un ejemplo sintomático es el de Heráclito, que puede leerse según el orden propuesto por Bywater, Diels, Marcovich, Kahn, Mouraviev, etc. En cambio, en el caso de Parménides se lee su Poema como si él mismo hubiese ordenado sus fragmentos en una serie de citas que van desde un "fragmento 1" a un "fragmento 19". En este trabajo intentaré explicar cuál fue el criterio de Fülleborn para establecer ese orden y, si es posible, proponer un criterio diferente, sin pretender por ello que éste deba aceptarse en forma definitiva.

En realidad, el punto de vista desde el cual Fülleborn aborda la filosofía de Parménides no es original. Su novedad reside en su manera de agrupar los fragmentos del Poema en función de su interpretación, origen de las consabidas dos "partes" que ya nadie cuestiona. Dicho de otra manera: Fülleborn adapta los fragmentos del Poema a una interpretación tradicional que tiene su origen en Aristóteles y que se refuerza en la doxografía de origen aristotélico hasta llegar, como punto culminante, a Simplicio, el citador par excellence de Parménides. Esta interpretación consiste en "platonizar" (5) a Parménides, filósofo ya difícil de comprender en su tiempo y que se vuelve más comprensible si se le aplican esquemas platónicos, y en especial la dicotomía entre lo sensible y lo inteligible, inexistente con anterioridad a los sofistas (ergo, inexistente en Parménides).

Fülleborn, de orientación kantiana, (6) encuentra ya en Parménides los gérmenes del dualismo entre la sensibilidad y el intelecto que Kant intenta superar, y que son evidentes en la interpretación aristotélica (7) que hereda Simplicio, en especial cuando éste comenta un pasaje del fragmento 8: "Luego, Parménides, yendo de las cosas inteligibles [ton noetôn] a las cosas sensibles [tà aisthetà], o sea, como él mismo dice, de la alétheia a la doxa, afirma [...]" (In Phys. 30). En función de esta interpretación, Fülleborn divide los fragmentos de Parménides en dos grupos: "kat'alétheian" (en el cual incluye los frgs. 2 hasta el verso 50 del frg. 8) y "katà dóxan" (que comprende los cuarenta y nueve versos antes mencionados). Como corolario, no duda en afirmar: "ita dividit carmen Parmenidis Simplicius" ("Así dividió Simplicio el Poema de Parménides") (Fülleborn 1795, p. 54).

Tanto el criterio que utiliza Fülleborn como las consecuencias que se derivan del mismo merecen un análisis detallado. Un comentario sobre la interpretación parmenídea de Simplicio sobrepasaría los límites de este breve trabajo. (8) Baste con decir que es sintomático que tanto Simplicio como su lejano maestro atribuyan a Parménides una teoría dualista, la Doxa, que Parménides adjudica con claridad a "los mortales que nada saben" y que son descritos de manera extremadamente negativa en los fragmentos 6 y 7 del Poema. No obstante, este error (no se trata de una interpretación personal, sino de un error) no influye en la caracterización general de Fülleborn, porque es evidente, como confirma la tradición, que Parménides se ocupó de la Verdad y de la Doxa. Los problemas comienzan cuando se trata de precisar el lugar que ambas nociones ocupan en el Poema, y ello depende de una interpretación global...

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