Extraen del camote un inhibidor de cáncer

AutorPatricia López Suárez

Un nuevo compuesto que en fase experimental ha demostrado ser mil veces más eficiente que las medicinas comerciales contra el agrandamiento y el cáncer de próstata, ha sido desarrollado por Eugene Bratoeff, especialista de la Facultad de Química de la UNAM.

A partir de un tipo de camote (Dioscorea compositae), común en los estados Veracruz y Tabasco, el investigador búlgaro -adscrito al Departamento de Farmacia y con más de 30 años en la Universidad-, identificó y aisló en laboratorio un compuesto que inhibe la actividad de la enzima 5 alfa reductasa, la cual participa en las dos enfermedades más frecuentes de la próstata: la hiperplasia prostática benigna, que agranda esa glándula, y el cáncer, que le genera un tumor maligno.

"Nuestro trabajo busca inhibir la actividad de esa enzima con un compuesto eficiente, para así evitar el avance de la hiperplasia o el cáncer en los hombres", explica en entrevista Bratoeff, quien para obtener el derivado del "camote del monte" analizó en su laboratorio más de cien compuestos de origen natural desde hace seis años.

La literatura química ha reportado que el camote tiene compuestos esteroidales, es decir, derivados del grupo químico de los esteroides. A ese grupo pertenecen las hormonas relacionadas con procesos básicos del organismo, como el metabolismo y la actividad sexual.

"Aunque dentro del camote tiene una función química distinta, el compuesto esteroidal (llamado acetato de 16-dehidropregnenolona), una vez aislado y probado en próstatas de cadáveres humanos y en hámsters vivos, ha demostrado ser muy eficiente para detener la actividad de la enzima. Por eso lo probamos como un nuevo fármaco", detalla el científico.

Cambio hormonal

En la próstata tienen un papel fundamental los andrógenos, hormonas sexuales que contribuyen a forjar las características biológicas de los varones.

Estas hormonas, en especial la testosterona, son segregadas principalmente en los testículos; su producción se reduce después de los 45 años, en promedio.

La testosterona -muy activa desde la adolescencia hasta la madurez- produce deseo sexual, participa en la producción de espermatozoides, en el crecimiento del pene y en el desarrollo de la masa muscular y de las cuerdas vocales.

Pero otro andrógeno, la dihidrotestosterona, aumenta su actividad con la edad e interviene, entre otras cosas, en enfermedades como la hiperplasia prostática benigna y el cáncer de próstata.

"La enzima 5 alfa reductasa participa en la conversión de...

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