Se extiende el debate sobre la necesidad de enviar seres humanos en misiones espaciales

¿Por qué Estados Unidos sigue mandando hombres y mujeres al espacio?

Mucho antes de que el transbordador Columbia se desintegrara el sábado mientras entraba en la atmósfera terrestre, matando a sus siete tripulantes, la Dirección Nacional de Aeronáutica y Espacio de Estados Unidos (NASA) y el Congreso estadounidense estaban

enfrascados en un debate sobre el futuro del programa de transbordadores creado hace 30 años.

Y ahora, aun cuando la retórica posterior al desastre alude al coraje, la gloria y el destino manifiesto de la exploración espacial, EE.UU. inevitablemente enfrentará la interrogante más importante de todas: si el proyecto del transbordador tiene futuro.

Para efectos prácticos, dicho programa se ha convertido principalmente en un vehículo para realizar viajes a la Estación Espacial Internacional y para experimentos científicos en un ambiente sin gravedad. El presupuesto de la NASA, de US$14.300 millones, se ha reducido a menos del 1% del presupuesto estadounidense, y es casi insignificante frente a los US$295.000 millones que recibe el Pentágono.

Los defensores de las misiones tripuladas aseguran que EE.UU. tiene un programa espacial excepcionalmente seguro y que la avidez del hombre por aprender impulsa la exploración del espacio. "Los hombres han explorado desde que salieron arrastrándose en cuatro patas de los pantanos", dijo el sábado un controlador de la NASA. "Si uno no explora, está muerto".

El presidente George W. Bush, al confirmar públicamente la muerte de los astronautas, prometió que "nuestro viaje al espacio continuará". Pero cabe preguntarse: ¿De qué manera?

Primero, por supuesto, el programa espacial estadounidense

debe resolver por qué el transbordador Columbia se desintegró al reingresar a la atmósfera de la

tierra, matando a siete tripulantes y dejando una estela de escombros por Texas y Luisiana.

Durante las últimas dos décadas, las misiones espaciales no tripuladas han acudido con audacia a donde las misiones tripuladas no han podido llegar. En todo el sistema solar sólo hay tres lugares a los que los astronautas pueden acceder, usando la tecnología que existe actualmente: la Luna, Marte y un asteroide. Todos los demás planetas y lunas están demasiado lejos, o demoraría demasiado a un astronauta en llegar a ellos sin ser debilitado por los efectos de la falta de gravedad.

El accidente del Columbia del sábado probablemente acelerará el cambio hacia una exploración espacial con más tendencia a los viajes sin...

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