¿Existe el trabajo de tus sueños?
| Fecha de publicación | 23 Agosto 2023 |
Por Arianna Prasio
Buscar el trabajo ideal en la empresa ideal es una meta válida, pero es importante ser realista y flexible. Para ello es relevante tener claro que existen una serie de mitos en torno a lo que implica “el empleo perfecto” y que no necesariamente corresponden a la vida laboral cotidiana.
La competencia entre las empresas por atraer talento altamente calificado es cada vez más feroz. Todas buscamos –además de sus conocimientos y probada experiencia– que sean profesionales motivados y dispuestos a enfrentar los retos que impone su cargo, la compañía y el propio mercado. Así, el principal desafío que tenemos las áreas de atracción de talento es adaptarnos a las cambiantes preferencias y demandas de los mejores candidatos.
En este entorno, las compañías proactivas, flexibles y centradas en el aspirante tienen ventaja sobre las demás para atraer y retener a los mejores profesionales.
Esta misma competencia presiona a las corporaciones a generar estrategias que les permitan posicionarse como una empresa ideal para trabajar. Este concepto –totalmente subjetivo– tiene más que ver más con necesidades y aspiraciones que con una definición técnica, pues se refiere a una organización que cumple con ciertos criterios y características que un individuo considera deseables en aspectos como cultura organizacional, ambiente de trabajo, valores, beneficios y oportunidades profesionales. No hay empresa perfecta, todo depende de lo que cada quien busque.
Desde el punto de vista empresarial, estar entre los mejores lugares para trabajar es más que un título honorífico; quien lo hace correctamente, promueve una estrategia inteligente y beneficiosa. Ser reconocido como un empleador destacado no sólo atrae y retiene talento excepcional, sino que también tiene un impacto positivo en la productividad, la reputación de la marca y el éxito a largo plazo de la empresa. El desafío se encuentra en tener un equilibrio entre lo que se le da a las personas como oferta laboral integral versus las posibilidades de cumplir esa expectativa durante todo el ciclo de vida del colaborador en la organización.
Y es que pareciera que el talento joven que se está incorporando a las organizaciones está cada vez menos dispuesto a adecuarse a las condiciones que las empresas tienen ya establecidas. Ellos buscan de forma más consciente el anhelado “trabajo de sus sueños”, piden eso que una persona considera “perfecto” para sí mismo, ya que cumple con sus expectativas y aspiraciones en términos de contenido laboral...
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