Mujer exige castigo para niños que dejaron en coma a su hijo

PUEBLA, Pue., noviembre 29 (EL UNIVERSAL).- Antonio de Jesús no reconoce a su madre, a veces la confunde con su tía, otras más pregunta quiénes son las personas que lo rodean, aunque se trata de sus hermanos.

El pequeño de 12 años perdió parcialmente la movilidad del cuerpo y no tiene la mitad del cráneo porque su cerebro está inflamado como consecuencia de la golpiza que le dieron cinco niños de su secundaria, en Amozoc.

Desde hace un mes, la vida de la familia López Monje se desestabilizó completamente. La tarde del 28 de octubre, Antonio regresó con la ropa sucia, pero ocultó que un grupo de alumnos de tercer grado de la escuela secundaria Galileo Galilei lo había golpeado.

Al día siguiente del ataque, el menor se mostró desmejorado, se desvaneció y fue llevado al hospital de Tepeaca, donde no hubo el equipo para atenderlo. Finalmente fue trasladado a la Ciudad de México al Hospital Juárez, donde fue intervenido, pues presentó un derrame cerebral que lo llevó al coma.

Luego de unos días salió del estado de coma, pero su situación es crítica: le fue retirada la mitad del cráneo porque su cerebro está demasiado inflamado, no controla sus movimientos y pierde la conciencia con frecuencia al grado de desconocer a su familia.

En entrevista, María de Jesús Monje Tapia, madre del niño, señala que la agresión ocurrió dentro de las instalaciones de la secundaria a las 2 de la tarde, hora de la salida escolar.

El niño corrió e intentó escapar, pero fue interceptado a unas cuadras, donde recibió golpes por un grupo de entre tres y cinco niños, de quienes aún no se sabe la identidad.

La señora, dedicada a comerciar ropa usada y a la venta de tacos, dice que su hijo ya había sido encerrado en el baño al inicio del curso escolar, y que también fueron compañeros de tercer grado.

"Fui a la escuela y le dije al director que los niños más grandes abusaban, que habían encerrado a mi hijo en el baño, mi niño va en primero, pero el señor se lavó las manos y no me hizo caso", señaló.

María dice que ha sido muy difícil sostener los gastos médicos de su hijo porque semanalmente renta un vehículo particular para ir al DF, dada la delicada condición del niño.

También tuvieron que vender sus aparatos electrónicos y hasta el Play Station con el que Toño se entretenía cada tarde.

Antonio es el hijo menor de María, sus hermanos, de 23 y 21 años, actualmente ayudan a cuidarlo, alimentarlo, bañarlo y cargarlo. No entienden por qué la maldad de unos niños llegó tan...

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