Excavan mito de los muertos

AutorJorge Ricardo

Quien da "calaverita" tal vez no imagina que en el siglo 18 en México eso estaba más relacionado con ayudar a las almas desvalidas a salir del Purgatorio.

Claro que en ese tiempo no se trataba de dulces de azúcar y tampoco era cosa de niños. La miseria era como el Purgatorio, los pobres eran las almas desvalidas y la "calaverita" una donación de ropa, comida o dinero, aseguró el autor del libro Idea de la muerte en México (FCE, 2007), Claudio Lomnitz.

Después los pobres fueron los repartidores de periódicos o los "guardianes de la noche", -"acólitos del diablo", según La familia Burrón- quienes en el siglo 19 repartían versos para pedir sus matracas en Semana Santa o su aguinaldo en Navidad.

En 1923 Diego Rivera pintó el mural Día de Muertos: la fiesta urbana y la celebración fue "mitificada"; el nacionalismo mexicano se basó en la idea de la muerte como representante del arte popular revalorado por el muralista.

La historia nacional de duelo se creyó fiesta, se pensó que José Guadalupe Posada inventó las calaveras y que con sus catrinas el grabador era festivo, cuando en realidad sólo "exorcizaba" a los muertos de su infancia, aseguró por separado Agustín Sánchez, en una una mesa redonda sobre el tema de la muerte que se llevó a cabo el martes pasado en el Centro Nacional de las Artes.

Porque Posada nació en 1852, el año en que el cólera mató a más de 10 mil mexicanos: los cadáveres se amontonaban e incluso se cree que algunos fueron enterrados vivos, añadió.

"En su infancia, Posada se encontró con las imágenes que lo perseguirían toda su vida", a decir de Agustín Sánchez González, autor de La portentosa historia de José Guadalupe Posada, libro que será publicado a inicio del próximo año.

En el primer grabado que se le conoce, de 1871, El jicote, Posada pone una calaca con guadaña apenas perceptible detrás de la caricatura de un Quijote. El artista popular muere en 1913 de alcoholismo y es enterrado en la total miseria. Nadie rescata sus huesos y siete años después se va a la fosa común.

"Posada fue calavera del montón", dice y ríe Agustín Sánchez, también autor de Terribilísimas historias de crímenes y horrores en la ciudad de México en el siglo XIX.

La valoración del Día de Muertos inició apenas en el siglo 20, pero la "idea" de la muerte en México tiene una historia más amplia y está relacionada con la intimidación política y religiosa, ocupaciones y mutilaciones territoriales. En 1843...

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