Evocan la presencia de Ibargüengoitia

AutorSilvia Isabel Gámez

La mala suerte que tuvo Jorge Ibargüengoitia en el teatro se volvió con el tiempo un estigma. Luis Mario Moncada, prologuista de El libro de oro del teatro mexicano, imaginó su salida de la escena, el paso que decidió su transformación de dramaturgo en narrador, como un gesto teatral que nadie comprendió.

Coedición de El Milagro y el IMSS, El libro de oro... reúne 23 de los 31 artículos que Ibargüengoitia escribió para la "Revista de la Universidad" entre 1961 y 1964, textos que en palabras de Fernando de Ita tienen el valor de un "testimonio insobornable".

La tarde del lunes fueron diversas las formas en que el escritor fallecido en 1983 reafirmó su presencia entre los vivos. El director Germán Castillo creyó verlo "ofendido" en el más allá con sus reivindicadores de hoy, tanto como ayer lo estuvo con sus denostadores.

También director, Rodrigo Johnson creyó ver la mano de Ibargüengoitia, una manifestación de humor póstumo, en la tecla que, al oprimir para poner la diéresis en su apellido, borró en su computadora el texto que ya tenía preparado.

De Ita optó por la imagen última que le dejó una tarde en Madrid, cuando antes de una entrevista le advirtió que cualquier mención del teatro decretaría su cancelación. El periodista lo pensó aún irritado con el medio que lo había rechazado, con las malas obras que abundaban sobre la escena, con las figuras que lo movían al pitorreo, nunca a la pleitesía.

Ignorado por las fuerzas del...

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