Evite distracciones peligrosas
| Autor | Rodolfo Sánchez |
El futuro que la industria automotriz nos depara es por demás electrónico. No debemos de sorprendernos al ver que mucho de la alta tecnología aviónica la veremos aplicada en nuestros autos.
Es interesante reflexionar en la evolución del automóvil. Los primeros autos eran totalmente austeros.
El equipo de seguridad y de comodidad y confort se vino añadiendo con el pasar de los años y por la presión de la demanda de los clientes y por la competencia.
Sin embargo, si nos ponemos a pensar un poquito, veremos cómo también las plantas automotrices y sus diseñadores, nos han venido llenando de distractores de todo tipo.
Si manejar es o debe de ser una labor de tiempo completo, tendremos que hacer algo para no tener un accidente, dada la cantidad de objetos y perillas que debemos y podemos usar.
El factor humano
Es la variable más difícil de controlar, pues cada quien trae una diferente e impredecible actitud, su propia caja de Pandora. Existen factores de distracción internos y externos que debemos de controlar dentro de la educación vial. A continuación menciono los principales: el equipo de sonido, celular, bebidas y alimentos, otros pasajeros acompañantes, somnolencia, alcohol, descuido, prepotencia, enfermedad y emociones.
Distractores internos
Nuestra mente puede estar distraída con una serie de pensamientos, muchos de ellos matizados con emociones. Las emociones negativas como el enojo, la depresión, son causa de accidentes.
El "road rage", (violencia vial), no es sino una acumulación de sentimientos de frustración que necesitan de una válvula de escape.
La persona afectada se "distrae" de su tarea y de sus inhibiciones, y comienza a actuar en forma por demás irracional. Si va detrás del volante, se escuda detrás de su vehículo para usarlo como arma de defensa y en algunos casos como homicida.
La agresividad es alimentada por los congestionamientos, distancias a recorrer, urgencia por llegar a su destino, inadecuaciones viales, clima bochornoso y demás problemas personales que anda repasando en su mente.
Nomás imagínese el estado emocional en que anda manejando un conductor de autobús urbano después de varias horas de trabajo, o de un taxista, después de andar todo el día subiendo y bajando pasaje, y además, sufriendo de las agresiones...
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