Evite caer en manos de extorsionadores

AutorGabriel Talavera

Las condiciones de violencia que privan en Nuevo León y la sensación de inseguridad que éstas generan en las personas, han permitido que la extorsión se convierta en una actividad muy lucrativa para los delincuentes.

El chantaje, comúnmente llamado extorsión, es un fenómeno que surge en tiempos violentos, circunstancias que aprovecha el extorsionador para lanzar una amenaza que va "envuelta" en un engaño, aclaró el titular de la Unidad Especial Anti Secuestros (UEAS), quien por seguridad pidió omitir su nombre.

La UEAS, precisó, no depende de la Policía Ministerial, es un grupo especial que está al mando del Procurador de Justicia estatal y es donde se atienden las denuncias de extorsión en todos sus tipos.

El funcionario estatal advirtió que este delito es cometido regularmente por internos de algún reclusorio, y se detectó que el Penal de Altamira, Tamaulipas, es de donde han surgido la mayor cantidad de llamadas para extorsionar, y le siguen el penal de Santa Martha Acatitla y el Reclusorio Oriente, en la Ciudad de México.

Estos delincuentes, señaló, ven en la extorsión telefónica un negocio y llega a ser tan rentable que cualquier reo se atreve a hacerlo, y en un medio azotado por la violencia el efecto llega al grado de que la víctima obedece instrucciones del delincuente.

Por ello, añadió el funcionario, es un tema que se atiende en la UEAS, a la que debe acercarse la víctima para obtener herramientas que le permitan prevenir y enfrentar esta situación y no convertirse en víctima.

Ante este escenario, destacó, es necesario preparar a la sociedad para contener la extorsión, y la clave para evitarla es asesorarse con la autoridad adecuada.

Es básico que la víctima sepa canalizar perfectamente la primera llamada y debe hacerlo a los telefonos de la UEAS, en los que personal capacitado en extorsiones atiende las 24 horas del día.

Si la persona ya fue sorprendida, explicó, se recomienda sólo escuchar con atención el mensaje principal del delincuente, pero sin responder nada para no dar información que le permita seguir con el engaño.

Luego se debe colgar la llamada y comunicarse a la UEAS para ser asesorado y saber qué hacer en una segunda llamada.

"Hay un protocolo para ello y sólo se proporciona (a la víctima) en privado", señaló.

Recomendó no obedecer al delincuente cuando éste ordene a la víctima esconderse o no hablar a ninguno de sus familiares porque eso favorece su plan.

Las personas tampoco deben depositar dinero o comprar...

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