Evita el síndrome de la clase turista

AutorAnaline Cedillo

Hazle un favor a tu cuerpo y muévete durante el vuelo, especialmente si se trata de un viaje de más de cuatro horas.

Mover los músculos estimula el flujo sanguíneo y es la mejor forma de prevenir una trombosis venosa profunda, es decir, la formación de trombos o coágulos de sangre que, en casos aislados, pueden causar una embolia pulmonar y hasta un paro cardiaco.

Este padecimiento, precipitado por las condiciones de la cabina del avión, también se conoce como síndrome de la clase turista, explica Jorge Baruch Díaz, médico responsable de la Clínica Preventiva del Viajero de la UNAM (CAPV). Para que se presente son necesarios varios factores, por ejemplo, que el pasajero pierda líquidos (el aire frío y seco de la cabina, al igual que beber café o alcohol, promueven la deshidratación), o que pase varias horas sentado y/o con las piernas cruzadas.

Esta posición contribuye a un bloqueo de las venas por las cuales viaja la sangre que regresa al corazón y estimula la formación de trombos.

Las personas más propensas a padecer el síndrome de la clase turista fuman, tienen más de 70 años, padecen una enfermedad crónico-degenerativa (diabetes o cáncer, por ejemplo); han sido operadas recientemente; tienen várices, problemas de colesterol y triglicéridos o toman anticonceptivos orales, agrega el doctor. La obesidad, el medir menos de 1.65 metros o más de 1.85 metros, también son factores de riesgo.

Que todo fluya

De acuerdo con la CAPV, la tasa de incidencia del síndrome de la clase turista suele ser baja: se estima que ocurren 215 eventos por un millón de pasajeros. Aquí algunas recomendaciones para prevenirlo:

-Reserva un asiento más amplio, con mayor espacio para las piernas, de...

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